Muchos conductores consideran un hábito cotidiano encender la radio de sus coches durante sus trayectos para amenizar el camino. La manipulación imprudente de la radio mientras se conduce se ha convertido en una de las infracciones más perseguidas por los agentes de tráfico en los últimos meses. Lo que para muchos parece un gesto inocuo, como cambiar de emisora o subir el volumen, puede terminar en una cuantiosa multa que oscila entre los 200 y los 3.000 euros, dependiendo de la gravedad de la distracción y sus posibles consecuencias.
La Dirección General de Tráfico ha intensificado los controles para detectar todo tipo de distracciones al volante, incluidas aquellas relacionadas con la manipulación de dispositivos multimedia. Este endurecimiento responde a las alarmantes estadísticas que sitúan las distracciones como causa principal en uno de cada tres accidentes mortales en las carreteras españolas. Los expertos en seguridad vial advierten que desviar la atención para manipular la radio supone recorrer decenas de metros prácticamente a ciegas, un riesgo que aumenta proporcionalmente con la velocidad del vehículo, y que puede tener consecuencias fatales tanto para el infractor como para otros usuarios de la vía.
2LA DGT NO BROMEA: ASÍ ES COMO TE PUEDEN MULTAR POR LA RADIO

El Reglamento General de Circulación es claro al respecto en su artículo 18.1, donde establece que el conductor está obligado a mantener la libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción. Esto implica que cualquier manipulación de la radio que comprometa estos requisitos puede ser sancionable. La normativa no prohíbe específicamente usar la radio, pero sí penaliza severamente las distracciones que esta manipulación pueda ocasionar si afectan a la seguridad al volante.
Las sanciones por manipular la radio durante la conducción pueden variar dependiendo de las circunstancias. La multa estándar por distracciones leves al volante asciende a 200 euros y supone la pérdida de tres puntos del carné. Sin embargo, si la distracción provocada por la radio deriva en una conducción temeraria o pone en peligro a otros usuarios de la vía, la multa puede ascender hasta los 500 euros y seis puntos del carné. En los casos más graves, cuando la manipulación de dispositivos como la radio provoca situaciones de riesgo inminente o accidentes, la infracción puede considerarse un delito contra la seguridad vial, con sanciones económicas de hasta 3.000 euros, retirada del carné e incluso penas de prisión si hay víctimas implicadas.