La reaparición de Amador Mohedano en televisión ha vuelto a traer consigo un aluvión de titulares y polémicas que han puesto de nuevo su vida en el foco mediático. El pasado viernes 14 de marzo, el hermano de Rocío Jurado se sentó en el plató de De viernes para hablar de su situación actual, tanto en el plano personal como económico. Uno de los temas más comentados de su entrevista fue su relación con su exmujer, Rosa Benito, una cuestión que, a pesar de los años transcurridos desde su separación, sigue generando interés y controversia.
1Los problemas de Amador Mohedano

Durante la conversación, Amador confesó con pesar que los mejores años de su vida los vivió junto a Rosa, a pesar de que en la actualidad su relación está completamente rota. Según explicó, aunque en los últimos tiempos habían conseguido mantener un contacto esporádico, desde hace ocho meses ella tomó la decisión de bloquearle el teléfono y cortar toda comunicación. Lo que más le duele es que ni ella ni sus hijos le han dado una explicación al respecto. En su opinión, esta actitud responde a un deseo de Rosa de evitar que él hable públicamente sobre ella, aunque él insiste en que siempre la ha tratado con respeto y admiración en sus declaraciones. “Siempre que he hablado de Rosa, la he puesto por las nubes”, comentó con un tono de decepción.
Sin embargo, los problemas sentimentales no han sido los únicos que han marcado su vida en los últimos años. A las dificultades emocionales se le sumaron serios problemas económicos que han condicionado su día a día de manera significativa. Durante la entrevista, Amador confirmó lo que durante mucho tiempo había sido objeto de especulación: la deuda que mantenía con Hacienda ascendía a casi doscientos mil euros y, para saldarla, ha tenido que desprenderse de parte de su herencia. La finca que le dejó su hermana, conocida originalmente como ‘Los Naranjos’ y que él rebautizó como ‘La más grande’, fue el bien que se vio obligado a perder como consecuencia de su situación financiera.
El destino de la propiedad ha sido un tema de gran controversia en los últimos años, pero a día de hoy su situación es clara. Amador continúa viviendo en la finca, pero ya no es de su propiedad. En el pasado, vendió tres mil metros del terreno, una parte que contaba con una plantación de naranjos en pleno funcionamiento, con todo su sistema de pocería y riego operativo. La finca, en origen, pertenecía a partes iguales a Amador y a su hermana Gloria. Sin embargo, sus problemas económicos hicieron que su mitad saliera a subasta en junio del pasado año, y fue adquirida por un nuevo propietario. Mientras tanto, la otra mitad sigue perteneciendo a Gloria.