La inmigración, la fiebre capitalista de los pisos turísticos y los cambios sociológicos reducen los miembros de los habitantes del hogar (que con más hogares unipersonales, menos natalidad y más personas mayores viviendo en las residencias de tercera edad van a pasar de alojar a 3,6 miembros en 1981 a 2,32, según las previsiones para 2038). Todo ello genera una necesidad de 3,7 millones de hogares en 15 años en el Estado español, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El Banco de España diagnostica en el informe ‘El mercado de la vivienda en España: evolución reciente, riesgos y problemas de accesibilidad’ que faltan 225.000 viviendas nuevas para atender la creación neta de hogares prevista para el periodo 2024 y 2025.
Esta demanda no solo se cubre con ladrillo: España tiene 3,8 viviendas vacías, el 14,4% del parque total. Es cierto que la mayoría de estas viviendas se encuentran en ciudades sin alta demanda, pero desde La Moncloa no han movido ni un solo dedo para incentivar que muchas de esas viviendas pasen al mercado del alquiler. En los últimos tiempos solo la guipuzcoana ciudad de Azpeitia ha iniciado una batalla para que las viviendas que lleven 2 años vacías paguen un gravamen anual de 10 euros por metro cuadrado.
Algunos de estos problemas podrían comenzar a resolverse en abril si el Congreso de los Diputados da luz verde al PERTE (que es un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) sobre construcción que supondría un relevante instrumento en la colaboración público-privada.
La escasez de mano de obra y también las limitaciones burocráticas al suelo ayudarían a la desaceleración de la construcción evidenciada por el Indicador de Clima de la Construcción que publica el Ministerio de Industria.
MÁS LADRILLO
La pasada semana se celebró en Madrid la séptima edición del Encuentro Anual de Precios de Vivienda. En este foro se señaló que «ajustar la planificación urbanística, atraer inversión y fortalecer el sector de la construcción» son claves para responder al crecimiento de hogares en los próximos años especialmente en Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia.
Sandra Martín Mazo, subdirectora adjunta del INE, y Juan Antonio Módenes, profesor titular del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona, expusieron los principales datos sobre la proyección de hogares.
Según el informe del INE, el número de hogares crecerá un 19,1%, alcanzando los 23 millones en 2039. A nivel territorial, las comunidades de Murcia (28,8%), Comunidad Valenciana (25,8%) y Cataluña (22,9%) liderarán el crecimiento de hogares en términos relativos. «Estos datos reflejan la urgencia de adaptar la oferta de vivienda a la futura demanda, especialmente en zonas con alta presión demográfica», destacó Martín Mazo.

El urbanismo fue abordado por José María Ezquiaga, presidente de la Asociación Española de Técnicos Urbanistas, que aseguró que en el sector de la construcción se está trabajando con planes diseñados hace 20 años, «lo que impide responder a la realidad actual del mercado», aseguró.
Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción, aseguró que el sector necesita incorporar 700.000 trabajadores para cubrir la demanda, lo que se ha visto agravado por la falta de relevo generacional.
Santos González, presidente de la Asociación Hipotecaria Española, recalcó sobre la financiación que el sector bancario seguirá apoyando la financiación inmobiliaria, pero advirtió que «la banca no podrá ser la única fuente de capital».
González afirmó que «el crédito quedará complicado salvo que entendamos que el desarrollo inmobiliario tendrá que venir de la construcción de viviendas que el comprador pueda comprar, al precio al que la demanda pueda pagar».