La consultora Oliver Wyman ha puesto los puntos sobre las íes sobre el verdadero retorno de la inversión que realizan en inteligencia artificial (IA). A pesar de la creciente adopción de la IA, solo el 17% de las empresas reconoce haber logrado un retorno significativo de sus inversiones todavía. Estos datos contrastan con la alta disposición para la adopción de la IA como tecnología disruptiva que ayude a acelerar procesos y ventas en todo tipo de negocio. Si se pregunta a los empleados, el 76% de ellos confirma que ha visto cambios en su trabajo debido a la IA y temen que entre el 15% y el 50% de las tareas actuales podrían ser automatizadas en los próximos años.
Estos datos se han conocido gracias al informe «State Of Our World 2025» de Oliver Wyman Forum, que identifica 9 aspectos críticos que están redefiniendo la forma en la que operan las organizaciones el mercado. La investigación concluye que aunque el 97% de las empresas reconoce su importancia, solo el 17% ha logrado un retorno significativo de sus inversiones en IA, lo que evidencia que la adopción de esta tecnología aún enfrenta desafíos.
Otro informe reciente, el derivado de la encuesta «Perspectivas España 2025», realizada por KPMG en colaboración con CEOE advierte que el 90% (nueve de cada 10 empresarios en España) ya han invertido en la IA o reconoce que va a invertir en ella. Con una visión más positiva, del total de los empresarios consultados, el 71% cree que gracias a esta tecnología conseguirá aumentar ventas el 53% incrementará sus inversiones.
Sin embargo, a pesar de que el 97% de las empresas reconoce la importancia de la IA y su adopción es elevada, del 71% de empresas que han integrado la inteligencia artificial generativa en sus operaciones cotidianas en el caso de las españolas, según lo indica otro estudio desarrollado en el Informe de Ciberpreparación 2024, elaborado por la compañía Hiscox, coincide en la misma mermada cifra sobre el retorno significativo de sus inversiones, y lo cifra también en el 17% de los casos, «lo que demuestra que la implementación de esta tecnología aún enfrenta a importantes desafíos».
a pesar de que el 97% de las empresas reconoce la importancia de la IA y su adopción es elevada, solo el 17% ha obtenido un retorno significativo de sus inversiones
Según los resultados de Oliver Wyman, el 76% de los empleados ha visto cambios en su trabajo debido a la IA y se estima que entre el 15% y el 50% de las tareas actuales podrían ser automatizadas. Y es que, tal y como argumentan, el mundo se enfrenta a una fase de transformación sin precedentes en la historia de la humanidad impulsado por factores geopolíticos, cambios estructurales en la economía global y el auge de tecnologías como la IA, que condicionarán el futuro desarrollo de las empresas.
Los datos de Oliver Wyman analizan la evolución del panorama global en los próximos años e identifica nueve tendencias clave: la geopolítica y las cadenas de suministro, la recalibración regulatoria para fomentar un crecimiento sostenible, el dilema demográfico, la transformación del trabajo, el auge de la inteligencia artificial, la redefinición del rol de los CEO, la construcción de confianza, y la evolución de la relación con el cliente. Estas dinámicas crean tanto desafíos como ventajas para las empresas que logren comprender el contexto y adaptarse ágilmente a estos retos globales.
El mundo laboral está experimentando una transformación sin precedentes, impulsada por la convergencia de la automatización y el envejecimiento de la población. La IA está redefiniendo la organización del trabajo y la gestión del talento, mientras que la disminución de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida reducen la disponibilidad de trabajadores jóvenes.
«Se estima que hasta 85 millones de empleos podrían ser reemplazados por la automatización en 2025, aunque también se prevé la creación de 97 millones de nuevos roles«, según el informe. Ante esto, las empresas deben encontrar nuevas estrategias para atraer y retener talento, integrando la IA de manera que complemente las habilidades humanas y facilite la transición de los empleados cuyos puestos están siendo transformados.
Se estima que hasta 85 millones de empleos podrían ser reemplazados por la automatización en 2025, aunque también se prevé la creación de 97 millones de nuevos roles
El impacto de la inteligencia artificial ya se siente en múltiples sectores, desde la automatización de procesos industriales hasta la optimización de la toma de decisiones en finanzas y salud. Sin embargo, la falta de talento especializado, la necesidad de infraestructuras adecuadas y las preocupaciones regulatorias y éticas siguen siendo barreras clave para recuperar inversión con su uso en las empresas. No obstante, las compañías que logren integrar estratégicamente la IA para potenciar sus capacidades humanas, en lugar de reemplazarlas, podrán aprovechar su verdadero potencial y obtener ventajas competitivas en un entorno empresarial en constante evolución.
El presidente de Oliver Wyman para España y Portugal, Pablo Campos, entiende que las empresas, «ya no pueden operar con los mismos esquemas del pasado. La velocidad y magnitud de los cambios requieren una capacidad de respuesta más ágil y una visión estratégica que permita convertir la incertidumbre en ventaja competitiva».

OLIVER WYMAN, LA GEOPOLÍTICA Y LA IA
La consultora incorpora razonamientos relacionados con la «venganza de la geopolítica» y la consiguiente reconfiguración de las cadenas de suministro. Así, señala entre las tendencias más determinantes detectadas se encuentra la profunda reconfiguración geopolítica que está atravesando el mundo, que está redefiniendo el equilibrio de poder a nivel global. La competencia entre bloques redefine el comercio y la inversión.
El conflicto en Ucrania y la creciente rivalidad entre EE.UU. y China han acelerado esta transición, dando lugar a tres bloques: uno liderado por EE.UU., otro por China y Rusia, y un tercero de países neutrales. La imposición de aranceles y sanciones alteran las reglas del comercio internacional, y las empresas deben integrar la geopolítica en su estrategia para mitigar riesgos y aprovechar oportunidades en mercados emergentes.
El informe destaca la necesidad de equilibrar la regulación de los mercados para garantizar un crecimiento sostenible sin frenar la innovación. Sectores como la tecnología y los servicios financieros enfrentan un aumento de la presión regulatoria, ya que una supervisión excesiva puede sofocar el desarrollo, mientras que la falta de control puede generar riesgos sistémicos.
Sectores como la tecnología y los servicios financieros enfrentan un aumento de la presión regulatoria, ya que una supervisión excesiva puede sofocar el desarrollo,
La IA, la ciberseguridad y la privacidad de los datos están en el centro del debate, e impulsan a los gobiernos a adoptar un enfoque más intervencionista. La Ley de IA de la Unión Europea se perfila como un referente global, mientras que EE.UU. y China buscan desarrollar marcos regulatorios propios que equilibren seguridad e innovación. Además, el sector financiero y el manejo de datos están bajo un escrutinio más estricto, lo que obliga a las empresas a reforzar sus sistemas de protección y a adaptarse a normativas en constante evolución.
Por otro lado, la relación entre las marcas y los consumidores también está experimentando una transformación, impulsada por la demanda de experiencias personalizadas y una mayor alineación con los valores de los clientes. La lealtad es cada vez más volátil, y según el informe, el 62% de los consumidores cambiaría de marca tras una sola mala experiencia.
La Generación Z, en particular, siente que muchas marcas no los representan adecuadamente en su publicidad, lo que refuerza la importancia de una comunicación auténtica y transparente. Así, la IA y el análisis de datos permiten a las empresas anticiparse a las necesidades del cliente y ofrecer interacciones más precisas. Sin embargo, el equilibrio entre personalización y privacidad sigue siendo un reto, ya que los consumidores exigen cada vez más control sobre sus datos y transparencia en su uso.