miércoles, 26 marzo 2025

Ofertas engañosas y trampas ocultas: así logran estafarte al comprar un coche de segunda mano

El mercado de vehículos de ocasión se ha convertido en un auténtico campo minado para los compradores desprevenidos. La búsqueda de un coche usado a buen precio puede transformarse rápidamente en una experiencia amarga cuando se cae en las redes de vendedores sin escrúpulos. Los anuncios de coches de segunda mano proliferan en plataformas digitales y concesionarios, ofreciendo aparentes gangas que, en demasiadas ocasiones, esconden verdaderas pesadillas mecánicas y financieras.

La falta de regulación efectiva y el desconocimiento técnico de muchos compradores crean el caldo de cultivo perfecto para estafadores profesionales. Estos aprovechan cada resquicio legal y psicológico para maximizar sus beneficios a costa del bolsillo ajeno, empleando tácticas cada vez más sofisticadas para ocultar los defectos y problemas de los vehículos que ponen a la venta. Entre estas estrategias destaca una particularmente reveladora: impedir que el potencial comprador pruebe el coche, una señal inequívoca de que algo no funciona correctamente.

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LA GRAN EXCUSA: MOTIVOS INCREÍBLES PARA NO DEJARTE PROBAR EL COCHE

Fuente: Freepik

La negativa a permitir una prueba de conducción constituye una de las banderas rojas más evidentes en la compra de un coche de segunda mano. Los vendedores despliegan un arsenal de excusas imaginativas para evitar que el potencial comprador tome el volante. Desde problemas administrativos inexistentes hasta supuestas políticas de la empresa, cualquier pretexto parece válido cuando lo que realmente se pretende es ocultar fallos mecánicos graves que se manifestarían inmediatamente al arrancar el motor. Esta estrategia resulta particularmente efectiva con compradores inexpertos que desconocen sus derechos.

Los casos más preocupantes incluyen vendedores que restringen la prueba a un recorrido mínimo por calles específicas o que insisten en conducir ellos mismos mientras distraen al comprador con conversación insustancial. Algunos incluso argumentan que el seguro no cubre pruebas de conducción o que el coche tiene «características especiales» que requieren experiencia para manejarlo correctamente. La creatividad no tiene límites cuando se trata de evitar que las manos del comprador toquen el volante, llegando al extremo de aludir a supuestas reservas previas que exigen cerrar la venta rápidamente sin tiempo para comprobaciones exhaustivas. Estas tácticas buscan generar presión y precipitar una decisión irreflexiva.