martes, 25 marzo 2025

Albóndigas en salsa de verduras: Un clásico de lo más sabroso

Las albóndigas son un plato clásico que ha cruzado fronteras y ha llegado a ser un favorito en muchas culturas alrededor del mundo. Su origen se remonta a la antigüedad; se cree que el término «albóndiga» proviene del árabe «al-bunduqa», que significa «bola». Este alimento ha sido preparado de diversas maneras por diferentes culturas, desde las alcadrez de la España medieval hasta las exquisitas albóndigas suecas o las versiones italianas con salsa de tomate.

En la cocina española, las albóndigas suelen estar hechas de carne picada, pero también se pueden hacer con pescado o incluso vegetales. Se sirven comúnmente con salsa, y entre las variedad de salsas posibles destaca la salsa de verduras, que no solo añade sabor sino que también incrementa el valor nutritivo del plato. Este plato se ha integrado en la tradición culinaria familiar y se ha adaptado a los gustos y preferencias de cada hogar.

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Receta paso a paso

Fuente: Freepik.es

1. Preparación de las albóndigas

Paso 1: Mezclar los ingredientes

Comienza la preparación de las albóndigas en un bol grande. Añade la carne picada, el huevo, el pan rallado, la leche, el ajo picado, el perejil, la sal y la pimienta al gusto. Mezcla todos los ingredientes con las manos o con una cuchara de madera hasta que estén bien integrados.

Es importante no sobre mezclar, ya que esto puede hacer que las albóndigas queden duras. La mezcla debe ser húmeda pero lo suficientemente firme como para poder formar bolas.

Paso 2: Formar las albóndigas

Humedece tus manos con un poco de agua para evitar que la carne se pegue y toma porciones de la mezcla, formando bolas del tamaño de una nuez (aproximadamente 3 cm de diámetro).

A medida que las formes, colócalas en un plato o en una bandeja. Esta cantidad debería darte alrededor de 15 a 20 albóndigas, dependiendo del tamaño que elijas.

2. Cocinar las albóndigas

Paso 3: Freír las albóndigas

En una sartén grande, calienta un chorro generoso de aceite de oliva a fuego medio. Una vez caliente, añade las albóndigas en batches para evitar abarrotar la sartén. Fríelas durante unos 5-6 minutos, girándolas para que se doran de manera uniforme por todos lados.

Una vez doradas, retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Este paso es integral al proceso, ya que el dorado ayuda a realzar el sabor de las albóndigas.

3. Preparación de la salsa de verduras

Paso 4: Sofreír las verduras

En la misma sartén donde freíste las albóndigas, agrega un poco más de aceite si es necesario y calienta a fuego medio. Incorpora la cebolla picada y cocina durante unos 3 minutos o hasta que esté transparente. Luego, añade el ajo picado y sofríe por un minuto más, cuidando de que no se queme.

A continuación, agrega las zanahorias y el pimiento rojo. Cocina por unos 5-7 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que las verduras comiencen a ablandarse.

Paso 5: Añadir los tomates y el calabacín

Incorpora los tomates picados (o el tomate enlatado) y el calabacín a la mezcla, junto con la hoja de laurel y el pimentón dulce. Remueve bien y cocina durante otros 5 minutos para que los tomates se deshagan un poco y suelten sus jugos.

Paso 6: Agregar el caldo

Vierte el caldo de verduras o de carne en la sartén y mezcla bien. Lleva la mezcla a ebullición y una vez que comience a hervir, reduce el fuego a bajo.

4. Cocinar las albóndigas en salsa

Paso 7: Incorporar las albóndigas

Con cuidado, añade las albóndigas previamente doradas a la salsa. Deja que se cocinen a fuego lento durante unos 20-30 minutos, tapadas, para que absorban los sabores y se cocinen completamente. Este tiempo también permite que la salsa se espese.

Si la salsa se reduce demasiado, puedes añadir un poco más de caldo o agua para mantener la consistencia deseada.

5. Servir y disfrutar

Paso 8: Emplatar el plato

Una vez que las albóndigas estén bien cocidas y la salsa haya alcanzado la espesor correcto, retira del fuego. Sirve las albóndigas calientes en un plato hondo, añadiendo una generosa cantidad de salsa por encima. Puedes adornar con un poco de perejil fresco picado para darle un toque de color.

Paso 9: Elegir los acompañamientos

El pollo en salsa de verduras se complementa perfectamente con un arroz blanco o un cremoso puré de patatas. También puedes ofrecer una ensalada fresca como guarnición para aportar un contrastante sabor ligero al plato principal.