viernes, 28 marzo 2025

Estas 3 verduras juegan en tu contra si tienes diabetes

La alimentación se ha convertido en uno de los pilares fundamentales para quienes padecen enfermedades crónicas, especialmente cuando se trata de controlar los niveles de azúcar en sangre. Sorprendentemente, la diabetes requiere una vigilancia constante de ciertos alimentos que, aunque gozan de buena reputación entre la población general, pueden resultar problemáticos para quienes conviven con esta patología metabólica. La elección de los vegetales que conforman nuestra dieta diaria podría estar jugando una mala pasada a millones de españoles afectados por esta condición.

No todas las verduras son iguales cuando se trata de su impacto en los niveles de glucemia. Mientras que la mayoría de hortalizas se consideran aliadas indiscutibles para la salud, existen algunas excepciones que merecen especial atención por parte de las personas con diabetes. Las alcachofas, el calabacín y el boniato, a pesar de ser opciones aparentemente saludables, pueden comportarse como verdaderos saboteadores del control glucémico si no se consumen con conocimiento y moderación, alterando el delicado equilibrio que tanto esfuerzo cuesta mantener a quienes padecen esta enfermedad.

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EL CALABACÍN: NO TAN INOCENTE COMO PARECE

Fuente Freepik

El calabacín ha sido tradicionalmente recomendado en dietas para diabéticos debido a su bajo aporte calórico y su alto contenido en agua, convirtiéndolo aparentemente en una opción segura. Sin embargo, determinadas variedades de calabacín contienen cantidades nada despreciables de almidones y azúcares naturales que pueden afectar los niveles de glucosa, especialmente cuando el vegetal alcanza un estado más maduro o se consume en grandes cantidades. Este aspecto frecuentemente pasa desapercibido incluso para profesionales sanitarios que recomiendan su consumo sin restricciones a pacientes con diabetes.

Las técnicas culinarias aplicadas al calabacín también juegan un papel determinante en su impacto glucémico. Cuando se prepara rebozado, frito o en forma de cremas con añadidos como nata o quesos grasos, el índice glucémico de este vegetal puede incrementarse considerablemente, generando respuestas de insulina más pronunciadas y dificultando el control de la diabetes. El tamaño y madurez del calabacín también influyen significativamente: los ejemplares más pequeños y jóvenes presentan menor contenido en almidones y resultan más adecuados para personas con problemas de regulación del azúcar sanguíneo. Optar por calabacines de tamaño reducido, cocinados al vapor o a la plancha, y acompañarlos con alimentos ricos en proteínas permite disfrutar de sus beneficios nutricionales sin comprometer el delicado equilibrio metabólico de quienes padecen diabetes.