La segunda temporada de Sueños de Libertad empieza de una forma que no es indiferente para nadie. El episodio 270, que se emite el jueves 20 de marzo, es un antes y un después en el trasfondo de las historias que motivan a los espectadores, sumergiéndolos de lleno en un torrente de emociones, de intrigas y de situaciones que los mantendrán en vilo.
La familia De la Reina, que es a todas luces la protagonista indiscutible de esta historia, atraviesa un acontecimiento trágico que tambalea sus nacimientos y sus relaciones. Con un guion deliciosamente trabajado y unas interpretaciones que llegan a la perfección, este nuevo capítulo confirma el porqué de Sueños de Libertad se considera un referente del drama televisivo.
2RELACIONES EN CRISIS

Marta le recuerda los términos de su pacto a Pelayo, repitiéndole que en su relación su escritura está hecha con tinta indeleble. Gema mantiene la llamada de Marta que ha dejado a todos sorprendidos; la noticia que trae con la llamada es tan intensa que parecería que los personajes más fuertes de la serie cedieron por su peso.
Digna, por ejemplo, no aguanta ante este peso eludiendo el tema de conversación y puede observarse que su evitar el tema de conversación tiende a hacerse corriente en el episodio; Don Pedro, siempre a la caza de oportunidades, se acerca a Digna tratando de calmarla, dándole el modelo a seguir en el momento que debe conferenciar con la Guardia Civil; su amparo es abrumadoramente eficaz, y el episodio reafirma una vez más que en el terreno de juego de la política él es maestro.
Marta, por su parte, está lidiando con una situación complicada; si bien es cierto que ha conseguido perpetuar su pacto con Pelayo, no cabe duda de que las emociones ya empiezan a salir a la luz, y ella misma no está segura de cuánto tiempo dista de tener que dejar de lado la máscara que ha construido. Su diálogo con Gema es, sin embargo, uno de los momentos de importancia capital del episodio, pues en él aflora no solo la noticia impactante, sino también la debilidad de Marta, quien parece estar al borde del colapso.
Este es uno de esos momentos que recuerdan que aun los personajes más fuertes tienen sus límites; por el contrario, Pelayo parece ir sintiéndose cada vez más incómodo con la situación. Si bien su pacto con Marta no deja de ser un pacto por muy absurdo que parezca, también parece estar abriéndose camino a sí mismo la duda sobre si verdaderamente merece la pena mantener. El enfrentamiento que tiene con Marta es un reflejo de esa tensión. Si bien ella, al final, sostiene la conversación, hay que decir que su relación parece estar en un momento de quietud, la pregunta es: ¿Cuánto tiempo más esa farsa podrá mantenerla en pie?