miércoles, 19 marzo 2025

Siete de cada diez españoles no leen las etiquetas de los alimentos

Un estudio reciente, el I Estudio sobre el Uso y la Interpretación del Etiquetado de Alimentos desarrollado por la Fundación Española de la Nutrición a propuesta del Grupo Gallo, ha revelado que una alarmante siete de cada diez españoles no revisan las etiquetas de los alimentos de manera habitual. Esta cifra resalta una falta de atención que podría tener implicaciones significativas para la salud pública, especialmente en un momento en que los ciudadanos son cada vez más conscientes de la importancia de mantener una dieta saludable.

La investigación, realizada entre noviembre y diciembre de 2024 con una muestra representativa de 4,640 personas de entre 18 y más de 70 años en las 17 comunidades autónomas de España, aporta datos interesantes sobre las preferencias y comportamientos de los consumidores en relación con la alimentación y el etiquetado de productos. A continuación, se presentan los hallazgos más destacados.

Entre los resultados del estudio, se observa que:

– Las mujeres con alto poder adquisitivo y un nivel educativo elevado son las que más leen las etiquetas, mientras que los jóvenes, los mayores de edad con bajo poder adquisitivo y los estudiantes son los que menos lo hacen.
– La mayoría de los consumidores se interesa principalmente por la fecha de caducidad o consumo preferente, que es relevante para garantizar la frescura de los alimentos (68.9%). Le siguen los ingredientes (64.6%) y la información nutricional (62.3%).
– La falta de tiempo es una de las razones más citadas por los encuestados para no leer las etiquetas, especialmente en parejas con hijos, donde el 31.6% señala que el tiempo apremia en su toma de decisiones al hacer la compra.

Desconfianza en el etiquetado

FloraFernandez FernandoFernandez RosauraLeis PepeRodriguez Merca2.es

Más de ocho de cada diez consumidores considera que la información que aparece en las etiquetas de los productos no es clara. Este es un dato preocupante, ya que más de la mitad de los encuestados cree que los términos técnicos son difíciles de entender y solamente el 6.6% asegura comprenderlas fácilmente.

La percepción de confusión entre los detalles que aparecen en las etiquetas puede llevar a decisiones alimentarias poco informadas, lo que reforzaría la necesidad de una etiqueta más clara y fácil de interpretar.

Entre estos términos técnicos, también se desconoce la diferencia en el porcentaje de pollo en los caldos de pollo estándar, ya que el 44% de los consumidores no está al tanto de que existen opciones que pueden tener un contenido de pollo que varía entre el 2% y el 33%. Esta falta de conocimiento puede influir en la calidad de los productos que compran.

La realidad de la lectura de etiquetas en España

En cuanto a la frecuencia con la que los españoles leen las etiquetas de los alimentos, sólo un 32.9% de los consumidores admiten que lo hacen siempre o casi siempre. En comparación, un 45.6% asegura que lo lee ocasionalmente, un 11.8% solo lo hace con ciertos productos y un 9.7% reconoce que nunca revisa las etiquetas. Esto plantea la pregunta de cómo se puede fomentar una mayor conciencia sobre la importancia de la información nutricional.

La principal razón que alegan los consumidores para no leer las etiquetas de los productos alimenticios es la percepción de que la información no les resulta relevante (34.8%). Le siguen dos razones significativas: el tamaño pequeño de la letra (33.3%) y la falta de tiempo (23.6%).

Interés por la calidad alimentaria

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A pesar de que una gran parte de la población no revisa las etiquetas de los productos en supermercados, tres de cada cuatro afirma que la información ofrecida les influye significativamente en sus decisiones de compra. De hecho, un 21.1% admite que les influye «mucho» y un 53.6% «bastante». Además, un 16.5% muestra preocupación por la falta de información útil en las etiquetas de los alimentos.

Sorprendentemente, siete de cada diez españoles tienen un interés particular por conocer la composición de los productos que consumen, buscando mantener así una dieta equilibrada. Entre los aspectos más valorados se destaca el deseo de asegurar la calidad y la seguridad alimentaria (57.5%), el uso de ingredientes frescos (20.3%) y el deseo de evitar alimentos con aditivos artificiales (17.5%).

Confusión sobre el contenido de los alimentos

Un dato inquietante que surge del estudio es que más de la mitad de los consumidores no son conscientes de que los ingredientes se enumeran generalmente de mayor a menor cantidad en las etiquetas. Esto apunta a una falta de educación en la lectura de etiquetas y puede contribuir a una mala interpretación de los productos que deciden consumir.

Los consumidores también muestran desconfianza hacia términos como “bajo en”, “rico en” o “sin”. Un 45.1% considera que estos términos son claros, aunque no siempre confían en ellos. Esto refuerza la idea de que los consumidores sienten la necesidad de una mayor claridad en el etiquetado de los productos alimenticios.

La preocupación por los hábitos alimentarios está en aumento en España. Un 33% de los consumidores se preocupa mucho por lo que comen y un 58.8% se preocupa bastante. Esta preocupación aumenta con la edad y entre aquellos que leen las etiquetas con regularidad.

El etiquetado de alimentos es una herramienta crucial que ayuda a los consumidores a hacer elecciones informadas, pero las evidencias muestran que hay una brecha considerable entre lo que los consumidores quieren entender y la información que se les presenta. Es fundamental fomentar una mayor educación nutricional para empoderar a los consumidores, promover etiquetas más claras y comprensibles, y, en última instancia, contribuir a una alimentación más saludable en la sociedad española. Esta transición deberá ser el resultado de un esfuerzo conjunto que involucre a las empresas productoras, las instituciones reguladoras y, por supuesto, a los propios consumidores.


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