Las calles y carreteras españolas están vigiladas por cientos de radares que controlan la velocidad de los conductores para garantizar la seguridad vial, pero no todos tienen la misma efectividad ni generan el mismo número de sanciones. Madrid alberga actualmente el dispositivo que ostenta el dudoso honor de ser el radar que más multas impone en todo el territorio nacional, un aparato que ha provocado quebraderos de cabeza a miles de conductores y ha llenado las arcas municipales con millones de euros en sanciones. Este cinemómetro, ubicado estratégicamente en el punto kilométrico 20,2 de la A-4, cerca de la zona de Mercamadrid, se ha convertido en el auténtico terror de los conductores que circulan por esta transitada vía.
El fenómeno de los radares «cazadores» no es nuevo en nuestro país, pero la efectividad del dispositivo madrileño ha alcanzado cotas sin precedentes en los últimos años. Los datos oficiales revelan cifras que resultan, cuanto menos, sorprendentes para cualquier conductor habitual de las carreteras españolas. No se trata únicamente de un mecanismo de control de velocidad, sino de un verdadero generador de sanciones que supera con creces a cualquier otro radar instalado en el resto de comunidades autónomas, incluidos aquellos ubicados en zonas tradicionalmente conflictivas como las grandes ciudades o las vías de alta ocupación en temporada vacacional.
5ESTRATEGIAS PARA NO CAER EN LA TRAMPA KILOMÉTRICA

Ante la realidad de este radar implacable, los conductores que frecuentan Madrid y especialmente la zona de Mercamadrid han desarrollado diversas estrategias para evitar las sanciones. La más obvia y recomendable es, naturalmente, respetar escrupulosamente los límites de velocidad establecidos, no solo en este punto sino en toda la red viaria. Sin embargo, también resulta fundamental prestar especial atención a la señalización vertical y horizontal al aproximarse al kilómetro 20,2 de la A-4, ya que en ocasiones los cambios de limitación no son percibidos con claridad por los conductores, especialmente si no están familiarizados con la zona.
Las nuevas tecnologías también se han convertido en aliadas de los conductores en su lucha contra las multas. Aplicaciones de navegación como Google Maps, Waze o TomTom incorporan alertas sobre la presencia de radares fijos, incluido, por supuesto, el famoso dispositivo madrileño. Estos avisos permiten a los usuarios estar prevenidos con antelación suficiente para adecuar su velocidad. Los sistemas de asistencia a la conducción presentes en los vehículos más modernos, como los limitadores y asistentes de velocidad, representan igualmente herramientas valiosas para evitar infracciones involuntarias en este y otros puntos conflictivos de Madrid y del resto de la geografía española. Aunque lo más efectivo sigue siendo conducir con prudencia y respetando siempre los límites establecidos, independientemente de la presencia o no de dispositivos de control.