La rapidez en la notificación de sanciones de tráfico se ha convertido en uno de los temas más comentados entre los conductores españoles en los últimos meses. Pere Navarro, al frente de la Dirección General de Tráfico, ha confirmado recientemente que el tiempo medio de llegada de una multa oscila entre dos y siete días, un plazo que ha generado sorpresa entre muchos usuarios de las vías. Esta agilidad en el sistema sancionador responde a la modernización tecnológica implementada por la DGT durante los últimos años, permitiendo que las infracciones sean procesadas y notificadas con una celeridad sin precedentes en la historia de la administración española.
El nuevo sistema digital de tramitación de multas ha supuesto un antes y un después en la relación entre los conductores y la administración. Los tiempos en los que una sanción podía tardar semanas o incluso meses en llegar al domicilio del infractor han quedado definitivamente atrás, dando paso a un procedimiento mucho más eficiente y transparente. La implementación de radares conectados en tiempo real, cámaras de control de acceso a zonas restringidas y agentes equipados con dispositivos móviles de última generación, ha revolucionado completamente el proceso sancionador en España, situándolo entre los más avanzados de Europa según diversos estudios comparativos realizados por organismos independientes.
3DEL RADAR A TU BUZÓN: EL VIAJE EXPRÉS DE UNA MULTA

El recorrido que sigue una multa desde que se detecta la infracción hasta que llega al domicilio del conductor se ha simplificado enormemente gracias a los avances tecnológicos. Pere Navarro ha destacado que la infraestructura actual permite que un radar transmita la información de forma instantánea al centro de procesamiento, donde se verifica automáticamente la validez de la captación y se cruza con las bases de datos de vehículos. Este proceso, antes realizado manualmente por funcionarios en un tiempo medio de varias semanas, se completa ahora en cuestión de minutos gracias a la inteligencia artificial y los sistemas automatizados de verificación.
La siguiente fase del proceso implica la generación del documento sancionador y su entrada en el sistema postal. Correos ha establecido un protocolo especial para estas notificaciones que prioriza su distribución, asegurando que una vez impresa y ensobrada, la multa llegue al destinatario en un plazo máximo de 48-72 horas. Las zonas rurales o de difícil acceso pueden experimentar ligeros retrasos, pero incluso en estos casos, los acuerdos firmados entre la DGT y los servicios postales garantizan una entrega prioritaria frente a otro tipo de correspondencia, manteniendo los plazos medios dentro del marco anunciado por Pere Navarro.