El universo de Sueños de Libertad resulta, en todo momento, inesperado. En el episodio 269 que se emitirá el miércoles 19 de marzo, el público se prepara para un capítulo repleto de momentos cargados de emociones intensas, con giros sorprendentes y con un momento que transformará las vidas de los personajes (o protagonistas).
La narrativa avanza por caminos oscuros en el que los sueños de libertad se yuxtaponen con las cadenas del pasado y las decisiones del momento. Desde bodas que no son lo que parecen hasta conflictos que acaban en desgracia, este episodio será un punto de inflexión.
1MARTA Y FINA, UNA BODA LLENA DE SOMBRAS

Marta, uno de los personajes más importantes de la historia, se apresta a dar un paso que, en teoría, debería ser el comienzo de su libertad. Su matrimonio con Pelayo no es más que una fachada, un intento desesperado por proteger su verdadero amor, Fina. Pero la resignación con la que se dirige al altar es evidente.
Antes de pronunciar el “sí quiero”, recuerda a una persona muy importante en su vida, una mirada al pasado que nos recuerda que, aunque las cosas se pongan difíciles, el amor verdadero jamás se olvida. La familia De la Reina vive esta celebración con sentimientos encontrados. La alegría de la unión esconde la tristeza de la separación, propiciada por la salida inminente de Jesús a París con Julia.
Doña Clara, lista para sacar los trapos sucios y mostrar las grietas visibles de la familia, no pierde ocasión para poner en duda el matrimonio, así como el de la ausencia de los pecadores. Fina encuentra un apoyo fuera del lugar de la ceremonia; así se muestra el atisbo de esperanza, que aparece como un rayo de luz.
Pero las cosas no suceden como se espera. Marta no aparece en la noche de bodas, de modo que Pelayo y Doña Clara quedan atónitos. La huida de Marta da la oportunidad de sembrar dudas sobre la unión, pero a la vez da pie a nuevas oportunidades para Marta y Fina. Lo que queda es que la traición y la mentira vuelven a surgir, pues en Sueños de Libertad nada es como parece.
La desaparición de Marta no solo afecta a Pelayo, sino que también tiene sus repercusiones en toda la familia. Fina, que espera la llegada del nuevo ciclo que comienza con Marta, se queda huérfana y desolada. De hecho, Pelayo también se encuentra en una situación incómoda.
La boda, lejos de ser el final feliz de la historia, es el detonante de una serie de acontecimientos que irán sucediéndose y que pondrán a prueba todo lo que puede aguantar, todo lo que puede resistir, una persona que, por otra parte, tiene mucha resistencia, lo que no quiere decir que la resista todo.