El episodio 268 de Sueños de Libertad, que se emitirá el 18 de marzo, nos presenta un cúmulo de emociones que hace tambalear a los personajes desde sus cimientos. La boda de Marta, un acontecimiento que normalmente podría ser tratado como algo de lo más agradable, se transforma en el ambiente de desacuerdos familiares.
Las revelaciones inconfesables se unen a las decisiones que marcarán para siempre el destino de todos; partiendo de la desdicha de Begoña hasta las estrategias de ataque de Jesús, pasando por las dudas de Claudia y los secretos intensos de Luis, este capítulo se presenta como un campo de batalla fundamental de la historia.
1BEGOÑA Y LA SOMBRA DE LA CULPA

Begoña se convierte, de manera inevitable, en un personaje trágico porque representa la confluencia entre el amor filial y la justicia. Esta insistencia de querer que Digna y Damián actúen de otra forma a la de contar la verdad a Marta, se explica por el miedo de perder lo que le queda. No obstante, esta resistencia a hacerlo la confronta con su propia ética, puesto que no contar la verdad la convierte en cómplice de las acciones de Jesús y esa lucha interna la lleva al momento clave donde su enfermedad física y emocional se pone de manifiesto.
La relación entre Begoña y Damián se ve afectada a raíz de este acontecimiento. La acusación de que él es el causante de todo no es solamente un grito de dolor, sino la desesperada maniobra de tratar de pasar parte de la culpa a otro. Pero la acusación se convierte en una espada de Dámocles, ya que Damián, desbordado por las contrariedades familiares, se siente cada vez más solo y completo.
La escena en la que intenta por última vez acercarse a Jesús después de haberle dejado un mensaje, para acabar siendo brutalmente rechazado es un ejemplo de las heridas familiares que no llegan a curarse. La tristeza de Begoña no es solo causada por haber perdido a su nieta, sino que también está acompañada por el sentimiento de haber fallado como madre y abuela.
El intento, una y otra vez, por proteger a Marta de la verdad, no deja de ser un intento de redención personal aunque igual resulte mucho más pesado. Este capítulo retrata a una Begoña vulnerable, alejada de la mujer fuerte que conocimos al principio de la serie lo es que es un aspecto que se vuelve más rico en su representación.