El control de velocidad en las carreteras es una de las prioridades de la DGT para reducir la siniestralidad y mejorar la seguridad vial. En los últimos años, los radares han evolucionado considerablemente, incorporando nuevas tecnologías que los hacen más precisos y efectivos.
Uno de los sistemas más innovadores que ha llegado recientemente a España es el radar remolque, un dispositivo que ha demostrado su eficacia en Francia y que ya está operando en varias carreteras del país. Su principal ventaja es que puede moverse de un lugar a otro sin necesidad de instalaciones fijas, lo que permite a las autoridades cubrir un mayor número de puntos estratégicos.
3Capacidad para operar en cualquier punto de la red vial

Una de las principales ventajas de estos radares de la DGT es su portabilidad. Al estar montados sobre un remolque con ruedas, pueden desplazarse fácilmente de un lugar a otro, lo que dificulta que los conductores se acostumbren a su presencia y adapten su velocidad solo en puntos fijos.
Este factor permite a la DGT optimizar el control de velocidad en tramos donde los radares fijos no serían prácticos. De esta manera, pueden instalarse en zonas con alta siniestralidad, en carreteras secundarias o en puntos estratégicos donde se haya detectado un aumento de infracciones.