Los ingresos del deporte femenino de élite alcanzarán en 2025 los 2.350 millones de dólares, más del triple que en 2022, según un informe de Deloitte.
2024 fue un año histórico para el deporte femenino, que rompió las expectativas y superó las previsiones iniciales de Deloitte. El aumento del interés, impulsado por cautivadoras narrativas tanto dentro como fuera del campo de juego, posicionó al deporte femenino como una poderosa fuerza de cambio, desafiando las normas tradicionales y redefiniendo el futuro de la industria. En 2025 y más allá, a medida que el deporte femenino se convierte en una oferta de productos distintiva, los líderes deben equilibrar el crecimiento a corto plazo con el establecimiento de las bases para el éxito a largo plazo.

Los Juegos Olímpicos de París 2024 fueron los primeros con una representación equitativa de atletas masculinos y femeninos sobre el terreno de juego, un momento decisivo en la historia del deporte que cautivó al público de todo el mundo, mostrando el talento excepcional y la determinación inquebrantable de las atletas en un escenario global. Desde entonces, muchas ligas y atletas femeninas profesionales han seguido experimentando un éxito comercial sin precedentes.
El crecimiento en 2024 no se ha limitado únicamente a potencias tradicionales como Norteamérica y Europa. Si bien estas regiones pueden haber atraído las mayores porciones de ingresos en este momento, también se han logrado grandes avances en mercados emergentes como Marruecos, Japón y Australia, que han sido testigos de un interés floreciente en el fútbol femenino, lo que demuestra el atractivo global y el potencial sin explotar de este deporte.
Por ejemplo, en la Deloitte Football Money League 2025, un análisis para 15 de los clubes de fútbol mundiales que más ingresos generan, los clubes japoneses Sanfrecce Hiroshima Regina y Omiya Ardija Ventus registraron ingresos justo fuera de los 15 principales clubes femeninos analizados en el informe. Esto brinda a las partes interesadas en el fútbol femenino de todo el mundo la oportunidad de construir, potencialmente, una estructura deportiva más equitativa a escala mundial.
Junto a los nuevos mercados, una selección más amplia de deportes femeninos, como el críquet y el voleibol, han registrado un fuerte crecimiento
Competiciones de críquet como The Hundred, en el Reino Unido, y la Women’s Premier League (WPL), en la India, siguen cautivando a un mayor número de aficionados y han conseguido inversiones o intereses que están a punto de consolidar aún más el alcance mundial de este deporte. La WPL ha experimentado un aumento de los ingresos debido, en parte, a la gran variedad de marcas que se están introduciendo en el sector y que se fijan en ella por su base demográfica de seguidores única.
Los contratos NIL han hecho millonarios a 34 atletas universitarios en lo que llevamos de año
El voleibol, históricamente un deporte de gran participación en EEUU, está activando ahora una fuerte inversión en sus ligas profesionales, con la League One Volleyball (LOVB) recaudando 160 millones de dólares en financiación de inversores y comenzando a jugar a principios de 202514.

A medida que mejora la visibilidad del deporte femenino y de las atletas, nuevos aficionados, en particular de las generaciones más jóvenes y aquellos que no han practicado deporte anteriormente, se acercan al deporte femenino a través de diversos puntos de entrada, como las redes sociales, las plataformas de streaming y los formatos de contenido innovadores.
El cambio en los patrones de consumo presenta nuevas oportunidades para que las ligas y los socios conecten con audiencias en expansión de manera significativa, yendo más allá de las estrategias de marketing tradicionales para adoptar el panorama digital, crear experiencias auténticas e impulsar nuevas colaboraciones.
Disparidades entre deportes, mercados e incluso equipos
El contexto subyacente del informe, sin embargo, es la persistencia de disparidades entre deportes, mercados e incluso dentro de una misma liga.
Se espera que el baloncesto y el fútbol sigan siendo los deportes que más ingresos generen, con un 44% y un 35%, respectivamente. Mientras que Norteamérica (59%) y Europa (18%) siguen encabezando la lista de mercados globales.
La inversión constante es crucial para desarrollar infraestructuras, cultivar el talento y ampliar el alcance
A pesar de los notables avances, todavía existen retos en todo el panorama mundial para permitir que esta trayectoria ascendente del deporte femenino continúe. Como hemos visto en el arte de lo posible a partir de sólidos estudios de casos y ejemplos históricos, esos picos están demostrando un mero porcentaje de atletas y organizaciones en primera línea. La inversión constante es crucial para desarrollar infraestructuras, cultivar el talento y ampliar el alcance.
Construir una sólida cantera de futuras estrellas es esencial para la salud a largo plazo del deporte femenino. Invertir en iniciativas de base, fomentar la participación a una edad temprana, crear modelos para las generaciones futuras y ofrecer vías claras para que las aspirantes a atletas alcancen todo su potencial son componentes fundamentales de este esfuerzo. La industria requiere más inversión de capital basada en valores, intenciones y oportunidades, más que en algo que aporte beneficios económicos a corto plazo.

Crear un entorno de apoyo e inclusión en el que las niñas se sientan capacitadas para perseguir sus sueños deportivos es fundamental para el crecimiento y el éxito continuos no sólo del negocio del deporte femenino, sino también de la salud y el bienestar de las mujeres a lo largo de su vida. Existen numerosas pruebas de que las niñas que practican deporte se convierten en mujeres que lideran empresas, lo que demuestra aún más los valores más amplios que aporta la inversión en el deporte femenino.
La estructura de las organizaciones masculinas y femeninas afiliadas también debería tenerse en cuenta para fomentar el crecimiento del deporte de élite femenino. Aunque la afiliación a un programa masculino puede ofrecer acceso a recursos establecidos y reconocimiento de marca, puede ocultar el verdadero rendimiento financiero y el potencial de la marca femenina.
Para desbloquear un mayor crecimiento financiero y demostrar el valor inherente de las entidades femeninas, es necesaria una mayor transparencia en la presentación de informes y unas métricas claras en torno a la atribución de valor. Esto incluye la atribución contractual de los ingresos generados por la entidad femenina a partir de acuerdos de patrocinio compartido y la búsqueda activa de patrocinios específicos para el deporte femenino.
Esta evaluación exhaustiva de la asignación, aunque detallada, también puede considerarse una inversión estratégica. Prepara a la organización para un futuro en el que la estructura de la entidad femenina pueda evolucionar para captar potencialmente el interés de inversores externos. Este concepto es evidente en muchas ligas de fútbol, en las que los equipos han agrupado marcas y contratos con sus afiliados masculinos, pero también se aplica a las competiciones de tenis, golf y baloncesto.