Desde hace algunos meses, los centros neurológicos de nuestro país están registrando un aumento de casos sin precedentes. La amnesia selectiva, un trastorno que antes se consideraba poco común, ha multiplicado su incidencia en la población española, especialmente entre adultos de mediana edad con altos niveles de estrés laboral y personal. Este fenómeno no solo preocupa por su incremento estadístico, sino por las peculiares características que presenta en comparación con las manifestaciones tradicionales de pérdida de memoria.
Los especialistas se encuentran ante un panorama desconcertante que desafía muchas de las teorías establecidas sobre el funcionamiento de la memoria humana. Mientras los casos convencionales de amnesia suelen afectar bloques completos de recuerdos, esta variante emergente permite a los pacientes mantener intactas ciertas memorias mientras eliminan selectivamente otras, siguiendo patrones que parecen relacionados con la carga emocional de dichos recuerdos y no con su cronología o relevancia objetiva. Las investigaciones preliminares sugieren conexiones con mecanismos de autoprotección del cerebro frente al estrés crónico, aunque la comunidad científica mantiene cautela respecto a conclusiones definitivas.
1LA CIENCIA DETRÁS DEL OLVIDO SELECTIVO QUE SORPRENDE A LOS NEURÓLOGOS

El cerebro humano procesa y almacena información mediante complejos mecanismos neurobiológicos que, hasta hace poco, se consideraban relativamente bien comprendidos. La amnesia selectiva que ahora observamos contradice varios principios fundamentales sobre cómo se codifican y recuperan los recuerdos en nuestro sistema nervioso. Los pacientes mantienen intactas habilidades profesionales y conocimientos técnicos, pero presentan vacíos específicos relacionados con eventos personales significativos como aniversarios, conversaciones importantes o compromisos sociales, sin afectar aparentemente a la memoria semántica o procedimental.
Las técnicas de neuroimagen avanzada están revelando patrones de actividad cerebral peculiares en estos casos. Los estudios realizados en centros hospitalarios de Barcelona y Madrid muestran alteraciones en la conectividad entre el hipocampo y la amígdala, estructuras fundamentales en la formación y recuperación de recuerdos. Según el Dr. Javier Martínez del Hospital La Paz, los pacientes con esta forma de amnesia muestran hiperactividad en las áreas cerebrales responsables de la supresión emocional, lo que podría explicar por qué el cerebro «borra» específicamente aquellos recuerdos que generan mayor malestar o conflicto interno. Esta selectividad en la pérdida de memoria representa un desafío para los protocolos de diagnóstico y tratamiento establecidos en neurología y psiquiatría.