martes, 18 marzo 2025

Uber tendrá que pagar 250 millones a la matriz de Glovo por no comprar su negocio en Taiwán

El deseo de Uber de hacer que su negocio de delivery siga creciendo en Asia tendrá que esperar. El regulador de Taiwán ha decidido que la empresa de transporte no podrá comprar una de sus grandes apuestas del sector de la entrega de alimentos en el continente, Foodpanda, que se quedará en manos de Delivery Hero, la empresa alemana que es además la principal accionista de Glovo. 

Sin embargo, no es una mala noticia para Delivery Hero. La matriz de Glovo sigue considerando al país asiático con un mercado clave para crecer en el continente, y defienden que sigue tratándose de una pieza clave de su futuro, y además por el acuerdo firmado con Uber está última tendrá que desembolsar unos 250 millones de dólares, alrededor de 230 millones de euros, por no seguir adelante con la operación, incluso si la decisión no es propia. 

Repartidor de Glovo en Madrid. 
Fuente: Agencias
Repartidor de Glovo en Madrid. Fuente: Agencias

Es cierto que Foodpanda no es solo una marca taiwanesa, de hecho es la marca que usa Delivery Hero en la mayoría de los países asiáticos, pero también es cierto que Taiwán había dejado de ser una prioridad. Cuando se firmó el acuerdo, el consejero delegado de la empresa alemana simplemente explicó que de momento no podían dar la importancia necesaria a este mercado, con sus ojos puestos en territorios como Corea del Sur y Singapur, donde se creó la marca Foodpanda originalmente. 

En cuanto a Uber lo cierto es que la situación de su servicio de entregas de alimentos es compleja. A pesar de la confianza que mantienen en Uber Eats, su servicio de entrega de alimentos, la realidad es que la relación con los riders en países como España, sobre todo por la Ley Rider, y la competencia con plataformas como Doordash en Estados Unidos hacen que siga siendo una pieza secundaría dentro del rompecabezas de la empresa, que sigue dando prioridad a su plataforma de transporte. Adquirir las operaciones de Foodpanda en Taiwán era una forma de acelerar su crecimiento en un continente especialmente complejo. 

DELIVERY HERO SIGUE EN UN MOMENTO COMPLICADO

Lo cierto es que la empresa alemana es un buen ejemplo de lo complicado que ha sido establecerse para las plataformas de entrega de alimentos. Aunque ya está en números verdes la plataforma vale menos que en el pasado, perdiendo el 70% de su valor desde 2021 y se suma el golpe a sus acciones que ha venido de la mano de la decisión de Glovo de, finalmente, dejar de trabajar con riders autónomos y pasar a contratarlos, un anuncio a navegante que espantó a varios accionistas, y que costará unos 100 millones de euros al unicornio español, según lo ha expresado su fundador y consejero delegado Oscar Pierre.

Lo cierto es que aunque los 250 millones de Uber, que además ha comprado un pequeño porcentaje de las acciones del gigante alemán, son un bálsamo importante dentro de la situación, lo cierto es que era importante soltar lastre, incluso en territorios importantes. También es comprensible la decisión del regulador taiwanés, pues era el segundo servicio de entrega de alimentos más importante del país y parte de un gigante internacional comprando al principal. Es una situación delicada, y las soluciones son complicadas. 

En cualquier caso, su gran ventaja sigue siendo su popularidad. En casos como el español, a pesar de sus problemas, ha mantenido su importancia gracias a la fidelidad de los usuarios, y esto ha permitido que sigan sobreviviendo a la tormenta a pesar de las pérdidas de casi todo el sector, y de los problemas que todavía tienen en cuanto a la regulación del sector. 

UBER EATS ESCAPA DE LA CRISIS GRACIAS AL SERVICIO DE TRANSPORTE

Mientras tanto, Uber no se muestra demasiado nerviosa por la situación. No es que 250 millones de dólares sean calderilla, pero también es cierto que la empresa sigue en números verdes, incluso si esto se debe más a su servicio de transporte que a su servicio de entrega de alimentos. En esta realidad es comprensible que sigan queriendo corregir los problemas o expandir el servicio de entrega de alimentos, en el fondo simplemente están aplicando la misma estrategia que eventualmente los sacó de los números rojos, y sirvió para cambiar su reputación como el niño caótico de Silicon Valley.

Pero es un problema y en España, donde se han vuelto la última plataforma de entrega de alimentos que trabaja con autónomos, todo apunta a que será aún más delicado. Será interesante ver cómo cambian sus estrategias, y si están funcionando como lo hicieron en el mundo de las VTC. 


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