La tortilla de patatas, ese emblema de nuestra gastronomía que provoca acalorados debates en sobremesas y redes sociales, vuelve a ser protagonista de una controvertida revelación. Los prestigiosos chefs con estrella Michelin parecen haberse puesto de acuerdo en un secreto que está revolucionando la forma de preparar este plato icónico: sustituir el tradicional aceite de oliva por mantequilla. Una técnica que, aunque pueda sonar a herejía para los puristas, está ganando adeptos entre los profesionales más laureados de los fogones españoles.
Este cambio aparentemente sutil en la elaboración de nuestra querida tortilla no ha tardado en generar división entre amantes de la gastronomía. Por un lado, los defensores de las recetas tradicionales alzan la voz contra lo que consideran una afrenta a nuestro patrimonio culinario; por otro, los más aventureros ven en esta modificación una oportunidad para explorar nuevos matices en un plato centenario. La pregunta que muchos se hacen es si esta técnica avalada por los cocineros Michelin más reconocidos puede realmente elevar la tortilla de patatas a un nuevo nivel gastronómico o si simplemente estamos ante una moda pasajera.
1LA POLÉMICA ESTÁ SERVIDA: TRADICIÓN FRENTE A INNOVACIÓN MICHELIN

La cocina española siempre ha estado dividida entre quienes defienden la pureza de las recetas ancestrales y aquellos que apuestan por la evolución. Esta dualidad, presente en las cocinas de restaurantes con estrella Michelin a lo largo de todo el territorio, refleja un constante tira y afloja entre pasado y futuro. El uso de mantequilla en la tortilla de patatas representa quizás el ejemplo más reciente de este eterno debate, cuestionando uno de los ingredientes considerados sagrados en nuestra cocina: el aceite de oliva.
La sustitución propuesta por estos chefs no es un simple capricho, sino el resultado de años de experimentación en las cocinas más exigentes del panorama gastronómico. Muchos de estos cocineros Michelin argumentan que la mantequilla aporta una textura más sedosa y un sabor más untuoso, creando una experiencia sensorial completamente diferente pero igualmente satisfactoria, sin perder la esencia que hace única a la tortilla española. Los defensores de esta técnica insisten en que no se trata de eliminar la receta tradicional, sino de ofrecer una alternativa gourmet para paladares dispuestos a explorar nuevos territorios.