Un reciente descubrimiento está poniendo en cuestión una de las combinaciones más populares del desayuno saludable moderno. La prestigiosa universidad de Harvard ha lanzado una advertencia que ha sorprendido tanto a nutricionistas como a consumidores habituales de productos considerados beneficiosos para la salud. Los investigadores han observado que los antioxidantes y compuestos fenólicos presentes en los arándanos, ampliamente reconocidos por sus propiedades antiinflamatorias y neuroprotectoras, pierden su eficacia cuando se consumen junto con productos lácteos.
Esta revelación contradice años de recomendaciones dietéticas que alentaban el consumo conjunto de estos alimentos como parte de un desayuno equilibrado y saludable. Según el estudio publicado en la revista de nutrición de Harvard, los investigadores realizaron pruebas exhaustivas durante más de tres años para llegar a esta conclusión. Los análisis revelaron que las proteínas presentes en el yogur y la leche desnatada interactúan con los compuestos beneficiosos de los arándanos, neutralizando prácticamente la totalidad de sus efectos antioxidantes en el organismo, algo que podría tener implicaciones significativas tanto para las recomendaciones nutricionales como para la industria alimentaria.
2LA SORPRENDENTE INTERACCIÓN ENTRE LÁCTEOS Y ANTIOXIDANTES DESCUBIERTA POR HARVARD

El fenómeno observado por los investigadores de Harvard tiene una explicación bioquímica fascinante que arroja luz sobre cómo interactúan los alimentos dentro de nuestro sistema digestivo. Las proteínas lácteas, particularmente la caseína presente tanto en el yogur como en la leche desnatada, tienen una gran afinidad por los polifenoles y antocianinas que constituyen los compuestos beneficiosos de los arándanos. Cuando ambos alimentos entran en contacto, estas proteínas se unen firmemente a los antioxidantes formando complejos que el organismo no puede descomponer eficazmente durante el proceso digestivo. Esta interacción química impide que los compuestos bioactivos de los arándanos sean absorbidos por el intestino y pasen al torrente sanguíneo, anulando así sus potenciales beneficios.
El doctor Alejandro Martínez, uno de los principales investigadores del estudio de Harvard, detalla que este descubrimiento no se limita únicamente a los arándanos, sino que podría extenderse a otros alimentos ricos en antioxidantes como las frambuesas, moras o granadas. «Lo que hemos observado es un principio básico de interacción molecular que probablemente sea aplicable a numerosas combinaciones alimentarias», explica en el informe. Los análisis de laboratorio mostraron que la capacidad antioxidante de los arándanos disminuyó hasta en un 90% cuando se mezclaron con productos lácteos, siendo este efecto más pronunciado cuanto mayor era la concentración de proteínas en el producto lácteo utilizado. El yogur griego, por ejemplo, con su alto contenido proteico, prácticamente anuló por completo el potencial antioxidante de los arándanos.