lunes, 17 marzo 2025

El precio del liderazgo de Iberdrola: una deuda que duplica la de Naturgy, Endesa y Repsol en conjunto

Iberdrola está en un momento dulce, eso es indudable. El equipo de Ignacio Sánchez Galán acumula elogios por su posición de hegemonía en el mercado eléctrico, su acertada expansión internacional, el jugoso dividendo que ofrece, las certeras ventas de activos… Pero esta singular bonanza tiene un inquietante reverso: la escalofriante deuda que soportan sus balances.

La masa de endeudamiento neta de Iberdrola alcanzó, según los últimos resultados anuales hechos públicos por la compañía, los 51.700 millones de euros. Para poner esa cifra en perspectiva, baste decir que supera al conjunto de la economía de un país como Jordania, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) de 2023 fue de 50.970 millones de dólares (46.921 millones de euros).

Bien es cierto que semejante ‘monstruo’ de deuda ha servido para financiar un crecimiento meteórico y unos balances que destacan en prácticamente todos los demás apartados: Iberdrola obtuvo unas ganancias récord de 5.612 millones de euros en 2024, lo que representa un incremento del 17% con respecto al ejercicio anterior. El beneficio neto ajustado de la eléctrica alcanzó los 5.530 millones de euros el año pasado, un 15% más que el beneficio neto reportado de 2023, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) creció un 17% en 2024, hasta 16.848 millones de euros.

EL ÓRDAGO INVERSOR DE IBERDROLA

Buena parte del colosal endeudamiento de la eléctrica vasca se debe a su política de inversiones, donde juega solo para ganar. El pasado ejercicio, esta métrica aumentó de forma orgánica un 5%, hasta los 11.946 millones de euros, récord del grupo. Adicionalmente, se desembolsaron unos 5.000 millones de euros de caja en las transacciones corporativas de ENW (Reino Unido) y de Avangrid (Estados Unidos). EEUU y Reino Unido fueron las principales áreas de inversión, con un 70% del total.

Es conocido el nuevo enfoque estratégico de Iberdrola, que pasa por dejar en un segundo plano las renovables y priorizar las redes. Este último apartado se ha llevado 11.200 millones de euros de inversión en 2024, incrementando la base de activos de redes en un 16%, hasta alcanzar los 49.000 millones de euros.

El negocio de renovables, pese a no ser ya la ‘niña de los ojos’ de Galán, se ha llevado unos respetables 5.500 millones de euros de inversión.

LA MAYOR DEUDA DEL IBEX

Todos estos logros tienen una cruz: Iberdrola es, de entre todas las compañías que cotizan en el índice Ibex 35, la que acumula un mayor endeudamiento, un puesto que ha mantenido durante varios años. La tremenda fortaleza de la eléctrica ha llevado a las casas de análisis a pasar por alto este hecho, centrándose en los muchos aspectos positivos de sus cuentas.

Renta 4, por ejemplo, destaca las enormes plusvalías obtenidas por la venta de activos fotovoltaicos a México, mientras que Bankinter se deshace en elogios ante el récord de generación hidroeléctrica y la nueva capacidad en renovables.

TODOS LOS ANÁLISIS PASAN DE PUNTILLAS SOBRE LA DEUDA DE IBERDROLA, PERO EL COLOSAL ‘DEBE’ EN SU FACTURA MÁS QUE DUPLICA EL DE LAS OTRAS GRANDES ENERGÉTICAS DEL IBEX: NATURGY, ENDESA Y REPSOL

Todos pasan, pues, de puntillas sobre la deuda de la compañía vasca. Pero el hecho es que, si la comparamos con las otras grandes energéticas del Ibex –Naturgy, Endesa y Repsol– encontramos que el colosal ‘debe’ en la factura anual de Iberdrola más que duplica la masa de deuda acumulada por estas tres empresas en conjunto.

Naturgy, en pleno desenfreno corporativo por la resurrección de las negociaciones en torno a su Opa, acumuló en 2024 una deuda de 12.201 millones de euros. Endesa, por su parte, redujo su endeudamiento en 1.700 millones, hasta los 8.700 ‘kilos’, en lo que por otra parte fue considerado como uno de los hitos financieros del año. Por último, Repsol situó su deuda neta en 5.008 millones de euros, 524 millones menos inferior que al final del tercer trimestre de 2024.

Basta una sencilla operación aritmética para saber que la deuda conjunta de estos tres gigantes suma 25.909 millones de euros, aproximadamente la mitad de los casi 52.000 ‘kilos’ que agujerean los balances de Iberdrola. Y mientras que sus competidores, también internacionalizados y expansivos, toman medidas para reducir su endeudamiento, el de la eléctrica vasca no hace sino crecer año tras año, catapultando un crecimiento que parece no tener techo.


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