El bienestar de nuestras mascotas es una de las principales preocupaciones para cualquier persona que conviva con un animal. Cuando un perro experimenta dolor, puede manifestarlo de diversas formas, desde cambios en su comportamiento hasta signos físicos evidentes. Identificar el problema y actuar con rapidez es fundamental para mejorar su calidad de vida.
Los perros no pueden expresar su malestar con palabras, por lo que es responsabilidad de sus cuidadores estar atentos a cualquier señal que indique incomodidad o sufrimiento. Con algunos cuidados específicos y ciertas precauciones, es posible aliviar el dolor de tu perro y garantizarle una vida más cómoda y saludable.
7Evitar el automedicado es crucial

Uno de los errores más peligrosos que pueden cometer los cuidadores de un perro es administrarle medicamentos sin la supervisión de un veterinario. Muchos fármacos de uso humano son tóxicos para los animales y pueden provocar reacciones adversas graves, incluso en dosis pequeñas.
El ibuprofeno, el paracetamol y otros analgésicos comunes en los hogares pueden ser letales para los perros. Siempre es mejor acudir a un veterinario para que indique cuál es el tratamiento más seguro y adecuado para el animal en función de su peso, edad y condición médica.