Si las locuras y excentricidades Elon Musk, el histriónico y asocial hombre más rico del mundo ahora íntimo amigo de Donald Trump con atribuciones gubernamentales, nos tenía poco asustados ya al conjunto de la humanidad (fuera de EE.UU básicamente), ahora se ha sabido que el pasado 3 de marzo ha registrado la marca ‘Telepathy’, lo que ha llevado a los expertos en las disruptivas tecnologías de la salud a pensar que el posible que esté trabajando en el desarrollo de la conexión telepática a través de su empresa de desarrollo neurocientífico Neuralink.
Neuralink es la empresa de implantes cerebrales cofundada por Elon Musk que ya cuenta con varios nombres de productos registrados, y que entre ellos se encuentran los términos Telepathy y Telekinesis, palabras que representan unas capacidades de comunicación entre cerebros humanos hasta ahora solo vistas en representaciones cinematográficas.
Pero de Elon Musk se puede esperar que desarrolle tecnológicamente ese tipo de comunicación, al igual que ha desarrollado otras novedades impensables hasta hace apenas 10 o 20 años. La parte negativa es que se Musk se ha revelado como un ultraderechista asocial que le puede hacer más mal que bien a la humanidad, invente lo que invente.
La solicitud de patente sugiere que Musk quiere ir más allá y que su ambición alcanza hasta conseguir la comunicación telepática entre seres humanos, y no solo con dispositivos electrónicos.
Se sabe de este futurible de la empresa de implantes porque ha presentado recientemente solicitudes ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés) para que sean suyos, y solo suyos los nombres ‘Telepathy’ y ‘Telekinesis’ «para futuros productos», tal y como han investigado desde la publicación especializada Wired.
Hay que recordar que Musk fundó la empresas de neurotecnología Neuralink junto a Ben Rapoport, Dongjin Seo, Max Hodak, Paul Merolla, Philip Sabes, Tim Gardner, Tim Hanson y Vanessa Tolosa en 2016. La tecnología que ha desarrollado es la conocida como interfaz cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés). Se trata de un sistema que descodifica la actividad cerebral para poder controlar un dispositivo de salida.
El ahora director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de EE.UU, que está desmantelando los servicios públicos elementales estadounidenses, incluida la Educación, ya ha dicho que su intención es conseguir que las personas con parálisis cuenten con la capacidad de controlar un ordenador o un smartphone con solo su pensamiento, y que ese producto que lo permitirá se va a llamar Telepathy. La solicitud de patente sugiere que Musk quiere ir más allá y que su ambición alcanza hasta conseguir la comunicación telepática entre seres humanos, y no solo con dispositivos electrónicos.

ELON MUSK QUIERE INVENTAR LA TELEPATÍA
Lo que hace Neuralink es desarrollar una interfaz que mediante un implante cerebral que recoge señales neuronales que a través de un software se traducen en señales capaces de mover un cursor en una pantalla. Hasta este 2025 solo tres personas se ha dejado instalar un implante de Neuralink, pero se trata de pruebas experimentales para establecer la viabilidad del invento. Cuenta con uno Noland Arbaugh, que se sometió a una cirugía en enero de 2024 para instalarle el implante.
La solicitud de marca de primeros de marzo a la que ha tenido acceso Wired describe el producto en cuestión como «una interfaz implantable cerebro-ordenador para facilitar la comunicación y el control de software y hardware». Es el término «facilitar la comunicación» lo que lleva a pensar que Telepathy, además de estar pensado para ayudar a los paralíticos a comunicarse tecleando en un dispositivo externo, «podría significar que permite la comunicación telepática entre individuos con implantes Neuralink», indica la publicación especializada.
Preguntado un experto en propiedad intelectual, el abogado de marcas Josh Gerben, fundador de la firma especializada en este tipo de registros Gerben IP, plantea la cuestión de «¿Qué tipo de comunicación?, porque a veces las cosas se esconden a plena vista en estas aplicaciones» y pasa a explicar que lo que se suele registrar siempre es lo suficientemente ambiguo y amplio para que a futuro pueda recoger más productos en una misma marca, lo que difiere algo de lo que acurre con las patentes, «que deben ser más detalladas sobre cómo funciona una invención y para qué se utilizará».
el término «facilitar la comunicación» lleva a pensar que Telepathy, además de para ayudar a los paralíticos a comunicarse «podría significar que permite la comunicación telepática entre individuos con implantes Neuralink»
Sin embargo en Wired, y en el resto de mundo, a estas alturas, sabemos que la comunicación telepática encajaría con la visión más amplia que Musk tiene de Neuralink. Musk ya abogó por la comunicación de pensamiento entre las personas en 2017 cuando explicó a un bloguero durante una entrevista que «si te comunicara un concepto, esencialmente participarías en una telepatía consensuada. No necesitarías verbalizar a menos que quisieras añadir un poco de estilo a la conversación o algo así, pero la conversación sería una interacción conceptual a un nivel que es difícil de concebir ahora mismo».
En agosto de 2024, en otra entrevista similar, también dijo que «podrían desbloquearse formas completamente nuevas de interactuar con un ordenador… y con otros humanos. Siempre que también tengan un Neuralink». Está claro cuáles son sus intenciones. Incluso, ha llegado a plantear la posibilidad de implantar interfaces cerebro-computadora (BCI) a personas sanas, mediante los cuales los seres humanos lograríamos «una simbiosis con la inteligencia artificial (IA)«.
Conociendo a Musk, ni los más aficionados a la ciencia ficción nos libramos de sentir pavor, sobre todo al saber que el mismo 3 de marzo ha registrado también las marcas Telekinesis y Blindsight. La telequinesis es la supuesta capacidad psíquica de mover objetos sin interacción física, y la solicitud podría referirse a un futuro producto para controlar extremidades robóticas y otros dispositivos. En noviembre de 2024 se anunció que iban a probar si personas con parálisis lograban mover un brazo robótico con uno de sus implantes, y en febrero un participante en las pruebas logró controlar «varios dispositivos de asistencia, incluida una extensión robótica», indican en la publicación.
Por su parte Blindsight es un implante que la empresa desarrollo para las personas que pierden la visión. El pasado mes de septiembre este sistema recibió la la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). El registro de la marca solicitada pone como descripción que es un dispositivo para restaurar la percepción visual. También ha registrado los términos Link para referirse a su sistema BCI, N1 para la guía de electrodos que se implantan en el cerebro del paciente y R1, «un robot similar a una máquina de coser para instalar quirúrgicamente el implante», según describen en Wired.
Hasta el momento, los desarrollos de Neuralink no tienen aprobación reglamentaria, siguen siendo experimentales, y estas peticiones de registro de marca tendrán que someterse a la aprobación gubernamental porque, precisamente Telepathy, es un término generalista en el vocabulario mundial, y a lo mejor no conviene que se quede Musk con todo lo todo que significa. No obstante, la paradoja que se señala desde la publicación estadounidense es que se suele tardar entre un año y 18 meses para resolver estas peticiones, pero que debido a los recortes implantados por el propio Elon Musk a través del DOGE, se va a ver afectada la oficina que recoge estas peticiones, la USPTO. Él verá.