lunes, 17 marzo 2025

Si te paran y te faltan estos cuatro documentos, la multa está asegurada

Circular por las carreteras españolas implica una responsabilidad que va más allá de conocer las normas de tráfico y respetar los límites de velocidad. La multa por no llevar la documentación obligatoria puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para cualquier conductor despistado, especialmente cuando se trata de documentos tan esenciales como los que establece la Dirección General de Tráfico. Este tipo de infracciones, aunque pueda parecer menor en comparación con otras más graves, supone un porcentaje considerable de las sanciones impuestas cada año en nuestro país.

No es ningún secreto que los controles rutinarios de la Guardia Civil de Tráfico se han intensificado en los últimos tiempos, especialmente coincidiendo con los periodos vacacionales y los puentes festivos. En estos controles, la verificación de la documentación obligatoria constituye uno de los primeros pasos del protocolo que siguen los agentes. Muchos conductores desconocen la importancia de llevar al día estos papeles y las consecuencias económicas que puede acarrear esta negligencia, que en algunos casos puede superar los 500 euros según la gravedad y la reincidencia.

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LA TARJETA ITV: GARANTÍA DE SEGURIDAD TÉCNICA

Fuente Freepik

La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) no es un mero trámite administrativo, sino una verificación esencial de que nuestro vehículo cumple con las condiciones mínimas de seguridad para circular. La tarjeta que acredita haber superado esta revisión debe llevarse siempre en el vehículo, junto con la pegatina visible en el parabrisas. Circular sin la tarjeta ITV puede acarrear una multa de 200 euros, pero si además la inspección está caducada o ha resultado desfavorable, la sanción puede elevarse hasta los 500 euros, además de la obligación de inmovilizar inmediatamente el vehículo.

Es importante destacar que no basta con tener la ITV pasada; hay que poder demostrarlo llevando la documentación correspondiente. En los últimos años, con la modernización de los sistemas informáticos de la DGT, los agentes pueden verificar en tiempo real si un vehículo tiene la ITV en regla a través de las bases de datos policiales, pero esto no exime al conductor de la obligación de llevar la tarjeta física. Circular con una ITV negativa o habiendo excedido el plazo para una segunda revisión tras un resultado desfavorable constituye una de las infracciones más graves en materia de documentación, por el riesgo que supone para la seguridad vial.


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