Circular por las carreteras españolas implica una responsabilidad que va más allá de conocer las normas de tráfico y respetar los límites de velocidad. La multa por no llevar la documentación obligatoria puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para cualquier conductor despistado, especialmente cuando se trata de documentos tan esenciales como los que establece la Dirección General de Tráfico. Este tipo de infracciones, aunque pueda parecer menor en comparación con otras más graves, supone un porcentaje considerable de las sanciones impuestas cada año en nuestro país.
No es ningún secreto que los controles rutinarios de la Guardia Civil de Tráfico se han intensificado en los últimos tiempos, especialmente coincidiendo con los periodos vacacionales y los puentes festivos. En estos controles, la verificación de la documentación obligatoria constituye uno de los primeros pasos del protocolo que siguen los agentes. Muchos conductores desconocen la importancia de llevar al día estos papeles y las consecuencias económicas que puede acarrear esta negligencia, que en algunos casos puede superar los 500 euros según la gravedad y la reincidencia.
2EL PERMISO DE CONDUCCIÓN: TU PASAPORTE AL VOLANTE

El carné de conducir es quizás el documento más personal y conocido por todos los conductores. Este documento acredita que su titular ha superado las pruebas necesarias y está habilitado para manejar determinados tipos de vehículos. La normativa de tráfico establece que circular sin este documento puede suponer una multa de 200 euros, aunque se reduce a la mitad si se paga en el periodo voluntario. Este importe puede parecer moderado, pero las consecuencias pueden ir más allá si no se presenta posteriormente en la comisaría o puesto de la Guardia Civil.
Lo que muchos conductores desconocen es que no basta con tener el permiso en regla, sino que es imprescindible llevarlo físicamente mientras se conduce. A pesar de los avances tecnológicos y la digitalización de muchos trámites, la aplicación miDGT todavía no sustituye legalmente al documento físico en caso de control, aunque puede servir como prueba auxiliar. Asimismo, conviene recordar que conducir con un permiso caducado o que no habilite para el tipo de vehículo que se maneja supone una infracción mucho más grave, con multas que pueden alcanzar los 500 euros y la inmovilización inmediata del vehículo.