viernes, 14 marzo 2025

Sara Carbonero escribe una carta muy triste tras la muerte de su abuela

Han sido días de profundas emociones para Sara Carbonero. La periodista vivió el pasado fin de semana un momento inolvidable al celebrar el 100 cumpleaños de su abuela, Máxima Salazar, rodeada de toda su familia. Sin embargo, tan solo un par de días después, la felicidad dio paso a la tristeza, pues su abuela falleció inesperadamente. Lo que debía ser una celebración de la vida se convirtió en una despedida dolorosa para todos los que la querían. Nadie imaginaba que aquella reunión sería la última vez que la familia estaría completa.

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Tristeza en la familia de Sara Carbonero

Tras el fallecimiento y el funeral de su abuela, Sara Carbonero ha reaparecido con una emotiva y desgarradora carta que ha compartido con sus seguidores. Acompañando una imagen de un ramo de rosas blancas, la periodista ha querido rendir homenaje a la que ha sido una de las personas más importantes en su vida. En sus palabras, ha expresado el inmenso dolor que siente y la profunda huella que su abuela ha dejado en su corazón.

«Creo que el sábado, en esa comida a la que nadie faltó para celebrar tu cumpleaños, te estabas despidiendo de todos nosotros y no lo sabíamos. También te digo que si hubiese sabido que ese sería el último abrazo, no te habría soltado. Guardaremos como un tesoro cada palabra, cada mirada, cada aplauso y tu cara de emoción al soplar las velas rodeada de tus hijos, nietos y bisnietos», ha comenzado la periodista en su carta. El recuerdo de aquella celebración, que debió ser motivo de alegría, se ha transformado en una memoria imborrable de amor y despedida.

Sara Carbonero continuó su escrito con una profunda tristeza: «Dos días después, ya no estás físicamente con nosotros. Parece un mal sueño. Es caprichoso el azar, que diría Serrat. Te vamos a extrañar siempre, siempre». En sus palabras se percibe el impacto que ha significado esta pérdida, la sensación de vacío que ha dejado en su vida la partida de su abuela. Máxima no solo era una abuela, sino un pilar fundamental en la vida de la periodista.

A lo largo de su carta, Sara ha resaltado la fortaleza y la generosidad de su abuela, describiéndola como un ejemplo de bondad y amor incondicional: «Serás irremplazable y cómo duele. Me quedo con la sensación de haber podido disfrutar contigo hasta el último suspiro. Con tu manera de irte, sin hacer ruido, sin quejas, entre susurros, diciendo te quieros. Llena de besos y más besos. Con tu camisa preferida, la del lazo azul, bien peinada, con tus pendientes, tus zapatos, tus dos rosarios entrelazados en las manos». La imagen que Sara pinta de su abuela es la de una mujer llena de amor, elegancia y ternura, cuya partida deja un vacío imposible de llenar.

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