Dormir bien no siempre depende de cuánto tiempo pasamos en la cama, sino de la capacidad de nuestro cuerpo y nuestra mente para relajarse y entrar en un estado de descanso profundo. Muchas personas experimentan insomnio o despertares nocturnos debido al estrés, la ansiedad o la dificultad para desconectar de los pensamientos acumulados durante el día. Para mejorar la calidad del sueño, es esencial calmar la mente antes de dormir.
No es necesario recurrir a suplementos o métodos invasivos para lograrlo. Existen diversas técnicas que pueden ayudar a relajar el cuerpo y reducir la actividad mental, permitiendo así un descanso más reparador. Con pequeñas modificaciones en la rutina nocturna, es posible mejorar significativamente la calidad del sueño y despertar con más energía al día siguiente.
6La importancia de crear una rutina nocturna relajante

El cerebro responde a los hábitos y las señales ambientales, por lo que establecer una rutina antes de dormir puede ser clave para mejorar la calidad del sueño. Apagar las pantallas al menos una hora antes de acostarse, reducir la iluminación y realizar actividades relajantes como leer o escuchar música suave pueden preparar el cuerpo para el descanso.
Evitar el consumo de cafeína o cenas demasiado pesadas también es fundamental para favorecer un sueño profundo. La alimentación influye en la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño, por lo que es recomendable optar por cenas ligeras y ricas en triptófano, un aminoácido presente en alimentos como el plátano, la leche o las almendras.