LaLiga continúa con su legítima denuncia de la piratería en el fútbol y deportiva en general. A pesar de que esta lucha tiene fallos que pueden acarrearle disgustos, lo cierto es que el reto de la retrasmisiones no autorizadas cada año gana en dimensión y cifras. La piratería de eventos deportivos aumentó durante 2024, año en el que se han registrado y luchado contra su eliminación más de 10,8 millones de notificaciones de retrasmisiones ilegales. Con estas cifras, quizá no las grandes estrellas, pero sí la industria del deporte en general afronta un gran peligro.
Tal y como describen desde la organización deportiva española, «la piratería de los eventos deportivos en directo afronta una situación única, en la que las medidas solicitadas por la Comisión Europea no sólo no se aplican, sino que se ignoran en gran cantidad de los casos», indican.
la piratería afecta directamente a las organizaciones que dependen de los ingresos por retransmisión de eventos en vivo como LaLiga, que ve amenazada su «capacidad para proteger su propiedad intelectual y sostener su modelo de negocio»
Solo el pasado año se registraron más de 10,8 millones de notificaciones de eliminación relacionadas con retrasmisiones no autorizadas de contenidos en directo que fueron enviados a intermediarios digitales en 2024. Así lo refleja el reciente informe elaborado por Grant Thornton en colaboración con la Live Content Coalition, que LaLiga española ha hecho público con rapidez, precisamente cuando se encuentra desde hace mes y medio en el centro de la polémica por ordenar a los operadores de internet el bloqueo de IPs que alojan web piratas.
El bloqueo afecta igualmente a web legales de empresas y negocios que se ven seriamente perjudicadas por los cortes durante la emisión. Los operadores de telecomunicaciones españoles atienden las peticiones de LaLiga, (Movistar, Digi, Orange y Vodafone) y se avienen a los bloqueos sin una actuación quirúrgica que evite dañar a la conectividad de terceros. Sin embargo, estos se han visto afectados, en contra de lo que indica la resolución judicial a favor de LaLiga de 2022, que establece que en ningún momento deben verse afectados terceros.
Las grandes compañías de telecomunicaciones y servicios IT, como es el caso de Cloudflare, que aloja a millones de páginas web de manera gratuita, entre ellas las que emiten fútbol y otros deportes pirateados, no atienden a esos requerimientos de la organización futbolística española, porque suponen un reto en cuanto a la dificultad técnica. Sólo se puede atajar el problema de una manera más quirúrgica durante los 90 minutos del partido pirateado, ni antes, ni sirve para mucho hacerlo después. Y las organizaciones de internautas, que abogan por un internet libre pero que atienda a reglas de privacidad y seguridad también se han posicionado en defensa de los terceros afectados.
Con los datos del informe LaLiga quiere mostrar que su problema es más que importante, necesita concienciar al conjunto de la población, y que la piratería puede acabar con la industria del deporte. El estudio muestra como esta actividad ilegal online «sigue representando un riesgo significativo para los titulares de derechos de eventos en vivo», como LaLiga. A pesar de la Recomendación de la Comisión Europea emitida en mayo de 2023 para combatir la retransmisión no autorizada de los eventos en directo, los datos de 2024 reflejan «un panorama preocupante con más de 10,8 millones de retransmisiones ilegales detectadas durante el pasado año», dice la institución futbolística.

LA PIRATERÍA Y LOS 90 MINUTOS A SU FAVOR
Los datos que recoge el informe indican que solo el 2,7% de las infracciones fueron atendidas en los primeros 30 minutos de las emisiones piratas, mientras que el 20% tardaron más de 120 minutos en ser gestionadas y aproximadamente el 81% de estas retransmisiones no autorizadas no fueron suspendidas, «lo que evidencia la falta de eficacia de la Recomendación de la Comisión Europea y la limitada cooperación de los intermediarios digitales», explican desde la organización futbolística. española.
Sus responsables señalan que este problema «afecta directamente a las organizaciones que dependen de los ingresos por retransmisión de eventos en vivo», como LaLiga, que ve amenazada su «capacidad para proteger su propiedad intelectual y sostener su modelo de negocio».
LaLiga enfrenta pérdidas millonarias debido a las retransmisiones no autorizadas de sus partidos, que socavan el valor de sus derechos audiovisuales, «una fuente clave de ingresos que financia no solo a los clubes, sino también programas sociales y de desarrollo deportivo»
El estudio indica que los Proveedores de Servidores Especializados (DSP) recibieron el 52% de las notificaciones, de los cuales el 89% «no resultaron en la suspensión de la retransmisión no autorizada del evento en directo, una cifra alarmante ya que, en comparación, las plataformas online solo ignoraron el 2% de las notificaciones». No obstante, destacan que la tasa de reincidencia de las plataformas online a la hora de retransmitir contenido pirata en el mismo día es de más de un 90%. Los DSP representaron más de la mitad de todas las notificaciones enviadas a los intermediarios digitales en 2024. En promedio, se enviaron notificaciones a 850 DSPs por trimestre a lo largo del año.
Estos datos muestran que la piratería online «no solo persiste, sino que los esfuerzos para frenarla no están logrando un impacto significativo». Así, como una de las principales organizaciones afectadas por la piratería, la presidida por Javier Tebas asegura enfrentar pérdidas millonarias debido a las retransmisiones no autorizadas de sus partidos. «La transmisión ilegal socava el valor de sus derechos audiovisuales, una fuente clave de ingresos que financia no solo a los clubes, sino también programas sociales y de desarrollo deportivo», se quejan desde la organización futbolística española.
A pesar de que las plataformas online mostraron una mayor eficacia en la suspensión de contenidos ilegales, con el 98% de las notificaciones atendidas, señalan que el problema está en los DSPs que siguen siendo un obstáculo importante (como Coudflare, por ejemplo), ya que «apenas el 11% de las notificaciones llevaron a la suspensión de las transmisiones ilícitas».
El informe destaca también la necesidad de reforzar los acuerdos de cooperación y acelerar los tiempos de retirada ante infracciones. Además, subraya la importancia de implementar medidas adicionales específicas para los DSPs, quienes representan la mayor fuente de retransmisiones ilegales no suspendidas. La guerra contra la piratería en el deporte va a continuar, como en su día se tuvo que lidiar con la piratería en el música y en los contenidos audiovisuales.