La «alta rentabilidad por dividendo» que ofrece Enagás es uno de los factores que GVC Gaesco ha ponderado a la hora de mantener la recomendación de ‘comprar’ para la gasística, a la que sin embargo ha recortado el precio objetivo de 18 euros a 17. El nuevo plan estratégico de Enagás no ha logrado convencer a la financiera, que se muestra escéptica respecto al futuro de varias métricas en los próximos años.
En su análisis, Gaesco aprecia el impacto positivo que tendrán en Enagás los avances regulatorios y de apoyo al desarrollo del hidrógeno ‘verde’ (H2) que se están produciendo en Europa, así como el futuro de este elemento como vector energético para transportar y almacenar electricidad renovable.
No obstante, aclara que la actualización del plan estratégico de la gasística ha tenido un impacto «nulo» en su valoración sobre la compañía dirigida por Arturo Gonzalo, debido «a que no se espera una contribución significativa de flujos hasta 2028-2029, a que los primeros años del plan involucran inversiones muy fuertes y a que hemos aplicado una WACC más elevada debido a la menor visibilidad de la nueva actividad mientras se define la regulación».

La WACC (Coste Promedio Ponderado de Capital, por sus siglas en inglés) es la tasa de rendimiento que una empresa necesita alcanzar para cubrir los costes de financiación de sus inversiones.
«La experiencia con otros sectores como las energías renovables ha generado un alto escepticismo en el mercado financiero sobre su materialización económica a medio plazo» -señala el informe- «Lo que parece claro es que el flujo financiero, tanto de inversiones como de cash flow generado, será solo testimonial hasta al menos 2027″.
«Desde hoy hasta ese año, no vemos dudas en la capacidad de Enagás para repartir un atractivo dividendo», concluye, agregando que la cotización actual implica multiplicadores atractivos para la actividad tradicional, por lo que la ‘call hidrógeno’ parece gratuita».
LOS RESULTADOS 2024 DE ENAGÁS
Los resultados 2024 de Enagás han sufrido, y mucho, las consecuencias del favorable aunque decepcionante laudo del Gasoducto Sur Peruano (GSP): las cuentas, publicadas por la compañía el 18 de febrero, tienen agujeros en el beneficio neto y los ingresos.
Enagás ha registrado en sus cuentas de 2024 unas minusvalías de 245,7 millones de euros por el fallo arbitral sobre su inversión en GSP. Sumando el efecto de la rotación de activos, el impacto negativo en el beneficio después de impuestos (BDI) alcanza los 299,3 millones de euros.
La otra cara de la moneda es la venta de la participación en Tallgrass Energy, que ha permitido reducir la deuda neta de Enagás en alrededor de 1.000 millones de euros, hasta situarse en los 2.404 ‘kilos’, con más del 80% a tipo fijo. A 31 de diciembre, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de la compañía ha alcanzado los 760,7 millones de euros, por encima de objetivo del año (situado entre los 730 y los 740 millones).
Por otra parte, la compañía cuenta con una liquidez de 3.252 millones de euros.
EL PLAN ESTRATÉGICO
Junto con los resultados 2024, Enagás también presentó su actualización estratégica, presidida por el anuncio de una inversión de 4.035 millones de euros en los próximos seis años. Del total de inversión, 3.125 millones de euros se destinarán al despliegue de infraestructuras de hidrógeno renovable, que será el gran motor de crecimiento de la compañía.
Con este plan de inversiones, Enagás incrementará sus activos regulados entre 2025 y 2030, hasta cerca de 5.000 millones de euros. En 2030, los activos de hidrógeno de la compañía superarán a los de gas natural.