El equipo de análisis macro y de mercado de Generali Investments señala que un acuerdo de alto el fuego duradero mejoraría las perspectivas económicas
Un acuerdo de alto el fuego duradero mejoraría las perspectivas económicas. Sin embargo, es posible que las sanciones contra Rusia sólo se levanten gradualmente y es poco probable que se reanuden las importaciones de energía a gran escala procedentes del país tras los Urales.
Es probable que el descenso de los precios de la energía sea moderado a corto plazo, pero el alivio de la incertidumbre sobre ellos podría elevar la confianza de los consumidores y las empresas.
Con una bajada más duradera de los precios de la energía en la segunda mitad del año y el aumento de la confianza en un acuerdo de paz duradero, debería producirse un impulso adicional a la confianza en medio de unos ingresos reales más altos.
Una pequeña reactivación de los espíritus animales (animal spirits) mejoraría las condiciones de financiación y la inversión. Dicho esto, la escasez de mano de obra podría intensificarse a medida que los refugiados ucranianos regresen a sus hogares, contrarrestando parte del efecto positivo sobre el crecimiento.

Crecimiento algo mayor y menor inflación
En conjunto, el acuerdo de alto el fuego sería positivo. Un acuerdo de alto el fuego podría elevar el crecimiento de la zona euro en 2025 entre 0,1 y 0,2 puntos porcentuales, hasta el 0,9-1,0%, desde nuestra previsión de base actual del 0,8%. Justo antes de los rumores de alto el fuego, los futuros del petróleo y el gas implicaban una contribución de 0,2 puntos porcentuales de los precios de la energía a la inflación anual de 2025.
Conjeturamos que con unos precios del gas más bajos en el futuro esta contribución podría reducirse aproximadamente a la mitad, de modo que la inflación anual se situaría en el 2,0%, por debajo del 2,1% que figura actualmente en nuestros libros.
El gasto en defensa impulsará la economía europea en cerca de un 0,6% del PIB
Perspectivas del BCE poco afectadas
Un mayor crecimiento en sí mismo implicaría la necesidad de menos apoyo político. Sin embargo, incluso con un 1,0%, el crecimiento seguirá siendo bajo en 2025 y se situará ligeramente por debajo de la última proyección del BCE del 1,1%.
Por el contrario, una inflación global más baja podría, en principio, dar más margen para la relajación de la política monetaria. Pero creemos que el BCE pasará por alto los efectos de los precios de la energía y se centrará en la inflación subyacente. No esperamos que se vea significativamente afectada en este caso y el posible regreso de los empleados ucranianos podría incluso ejercer algunos efectos al alza. La clave sigue siendo la evolución de los salarios y, por tanto, la fuerte influencia de la inflación de los servicios. En resumidas cuentas, actualmente vemos pocas razones para que un acuerdo de alto el fuego modifique sustancialmente nuestras previsiones centrales de 100 puntos básicos de nuevos recortes del BCE hasta el 1,75% en julio.

Un acuerdo de paz supondría una gran diferencia
En el caso menos probable de un acuerdo de paz sostenible, los efectos descritos anteriormente serían más pronunciados. Los cálculos retrospectivos apuntan a un aumento del crecimiento del PIB de entre 0,2 y 0,4 puntos porcentuales, hasta situarse entre el 1,0 y el 1,2% en 2025.
Dado que la mayor actividad compensa el efecto negativo de la bajada de los precios de la energía, la inflación general apenas variaría o incluso podría situarse algo por encima de la base actual. En este caso, el BCE podría mostrarse más cauto a la hora de recortar los tipos y podría detener ya su ciclo de recortes en el 2-2,25%, el límite superior del intervalo de política neutral identificado recientemente por los estudios del BCE.