Las verdinas son un tipo de legumbre muy apreciada en la cocina española, especialmente en el norte del país. Este pequeño frijol verde, que se cultiva principalmente en la región de Asturias, es un ingrediente versátil que combina perfectamente con pescados y verduras. Una de las recetas más deliciosas y tradicionales es verdinas con bacalao y verduras. Este plato no solo es nutritivo y lleno de sabor, sino que también refleja la rica herencia culinaria de España. En este artículo, exploraremos la historia de las verdinas, los ingredientes necesarios, te guiaremos en la preparación paso a paso, y te sugeriremos acompañamientos ideales para disfrutar de este delicioso plato.
El cultivo de verdinas se remonta a siglos atrás, cuando los campesinos asturianos comenzaron a apreciar su valor nutricional y su adaptabilidad. Las verdinas, también conocidas como «frijoles verdes», son en realidad una variedad de altramuz o haba que se caracteriza por su pequeño tamaño y color verdoso. En la gastronomía asturiana, se usan en diversas recetas, pero siempre juegan un papel protagónico.
El bacalao, por otro lado, es un pescado muy difundido en la cocina española, especialmente en el norte, debido a la tradición pesquera de las regiones costeras. Este pescado salado ha sido consumido en España desde la época de los romanos, y se ha convertido en un ingrediente esencial en platos como el bacalao al pil-pil o bacalao a la vizcaína. La combinación de verdinas y bacalao es un buen ejemplo de la riqueza de la dieta mediterránea que incluye legumbres, pescados y verduras frescas.
3Acompañamientos

1. Pan Rústico
El pan rústico es un acompañamiento ideal para este plato. Puedes optar por un buen pan de pueblo, una hogaza de pan integral o incluso un pan de pita. De esta manera, podrás disfrutar del rico caldo.
2. Ensalada de Hojas Verdes
Una ensalada refrescante de lechuga, rúcula y espinacas con un aliño ligero de aceite de oliva y vinagre es un excelente complemento que equilibrará la riqueza del potaje.
3. Vino Blanco o Tinto
Un buen vino siempre realza la experiencia culinaria. Un vino blanco fresco, como un Albariño, o un tinto ligero de crianza puede acompañar perfectamente a las verdinas con bacalao.