El capítulo 546 de La Promesa, que se emitirá hoy, miércoles 12 de marzo, dejará al espectador con la respiración contenida. Curro, uno de los personajes más extraños de la serie, ya que su componente dramático se encuentra a la altura de los anteriores, ha decidido dar un paso y ha desvelado su propia identidad ante Alonso, un cambio que sin lugar a dudas transformará la serie para siempre.
El cambio de la historia afecta a los personajes. Este giro argumental provocará toda una serie de acontecimientos que necesitarán de unas lealtades, unos secretos, unas relaciones con la familia Luján para solventar este acontecimiento en su conciencia. Con un ritmo narrativo óptimo, el episodio combina drama, intriga y emoción, afianzando La Promesa en una de las series más dramáticas del momento.
2SECRETOS Y TRAICIONES

En tanto que Curro y Jana se encuentran inmersos en descubrir la verdad, otros personajes deben enfrentarse a sus propios infiernos. Tanto María Fernández como Samuel cumplen con su promesa de entregar el dinero que obtuvieron con la venta del jarrón, pero no dicen nada del hecho de que vieron a Adriano, de manera que incorporan un nuevo foco de intriga a la historia.
Este secreto, que aparentemente es un detalle poco relevante, puede acarrear consecuencias sorprendentes en un futuro. El motivo es que si Adriano decide hacer también su aparición, la decisión de omitirlo traduce su lealtad hacia las personas queridas, mientras que también plantea un interrogante acerca de hasta dónde son capaces de llegar a la hora de proteger a sus personas más cercanas.
El sacerdote se enfrenta a una encrucijada de amantes, entre sus votos y su doncel. La atracción que siente intensifica sin descanso, y aunque intenta luchar contra ella, se ve obligado a aceptar que es incapaz de controlar sus sentimientos. Esta lucha interna no solamente da cabida a un personaje importante, sino que va mostrando las propias inquietudes que irrumpe la fe o la moral en un mundo lleno de contradicciones. La lucha del sacerdote no solamente es una lucha contra sus propios deseos, sino que también es una lucha contra el modelo que ha puesto en él la sociedad.
Finalmente, Santos continúa empujando en sus lealtades hacia su madre, Ana, aunque las palabras de Petra han dejado el germen de la duda en su interior, haciéndole preguntarse si realmente conoce a la mujer que ha idealizado durante toda la vida. La pelea en el seno de la madre y el hijo son por tanto la imagen de las propias tensiones que se despliegan en el seno de la familia Luján y Santos se encuentra en un dilema moral con la propia verdad construida, en la tracción de la lealtad hacia la madre o en la búsqueda de la verdad.