La Dirección General de Tráfico (DGT) ha endurecido su normativa con sanciones más severas para quienes no cumplan con ciertos aspectos clave del mantenimiento del vehículo. Muchos conductores desconocen que descuidar algunos elementos esenciales del coche no solo puede poner en riesgo su seguridad, sino que también puede derivar en multas económicas muy elevadas.
Estas nuevas sanciones buscan reducir el número de incidentes en carretera causados por averías mecánicas prevenibles. Un fallo en la batería, neumáticos en mal estado o incluso un simple descuido con los frenos puede resultar en una infracción que ahora está castigada con sanciones de hasta 1.000 euros. La DGT ya ha comenzado a aplicar estas medidas, y no cumplirlas puede salir muy caro.
5¿Cuándo puedes recibir una multa de 1.000 euros?

Las nuevas sanciones de la DGT no se aplican de manera indiscriminada, pero los agentes de tráfico tienen instrucciones de ser más estrictos en los controles. Algunas de las situaciones que pueden derivar en una multa de 1.000 euros incluyen:
- Circular con una batería en mal estado, especialmente si afecta el funcionamiento del coche.
- Tener neumáticos excesivamente desgastados, lo que reduce la adherencia y aumenta el riesgo de accidente.
- Problemas con el sistema de frenos, que pueden poner en peligro la seguridad del conductor y otros vehículos.
- Fallos en las luces y sistemas eléctricos que dificulten la visibilidad en carretera.
En caso de que el vehículo presente múltiples deficiencias, la sanción puede ir acompañada de la inmovilización del coche hasta que se realicen las reparaciones necesarias.