miércoles, 12 marzo 2025

La AIE pide a Europa que aprenda de la debacle de Northvolt y apoye a su industria de baterías con «políticas claras»

La industria de baterías, es decir, de almacenamiento, es un activo imprescindible en la descarbonización de Europa: de ella dependen tanto la conversión de las renovables en fuentes de energía estable como la electrificación del parque automovilístico. En consecuencia, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha enviado un claro mensaje al continente: es posible y absolutamente necesario evitar desastres como la quiebra de Northvolt.

EL PASADO NOVIEMBRE, LA FABRICANTE SUECA DE BATERÍAS NORTHVOLT SE DECLARÓ EN QUIEBRA CON UNA DEUDA DE 5.600 MILLONES, EN LO QUE LA AIE CONSIDERA UNA CLARA ADVERTENCIA DE LO QUE SIGNIFICA COMPETIR CON CHINA

El pasado noviembre, y ocho años después de su nacimiento, el fabricante sueco de baterías se declaró en quiebra, tras una vertiginosa cuesta abajo financiera. Northvolt triplicó sus pérdidas en el ejercicio 2023, hasta los 1.100 millones de euros, llegando a acumular una deuda de 5.600 ‘kilos’. Tras serle negado un rescate de última hora por acreedores e inversores, la trayectoria de la empresa escandinava llegó a su triste fin, en lo que la AIE considera un claro ejemplo de las dificultades de competir con los productores asiáticos.

LA TITÁNICA TAREA DE SOSTENER UNA INDUSTRIA EUROPEA DE BATERÍAS

El organismo dependiente de la OCDE, en un reciente análisis, afirma que la industria de baterías del viejo continente se encuentra en un punto de no retorno.

«La ventaja competitiva de la industria china de automóviles eléctricos y baterías está presentando grandes desafíos. Muchos productores de baterías en Europa están posponiendo o cancelando planes de expansión debido a la incertidumbre sobre la rentabilidad futura» -expone- «Los costos de producción en la región son aproximadamente un 50% más altos que en China; mientras tanto, el ecosistema de la cadena de suministro de baterías sigue siendo relativamente débil y persiste la falta de trabajadores especializados.

Las compañías productoras europeas pueden y deben sobreponerse a todos estos hándicaps y plantar cara a la apisonadora asiática, pero para ello necesitan que la gobernanza reme al unísono. «A pesar de los desafíos actuales, existen caminos para construir una industria de baterías más competitiva en Europa» -continúa el informe- «Todos comienzan asegurando una fuerte demanda interna, lo que brinda a los fabricantes tiempo para perfeccionar los procesos de producción y desarrollar fuertes ecosistemas industriales regionales».

el análisis de la Agencia ve con buenos ojos el establecimiento de lazos de cooperación con la competencia oriental, que «ayudarían a mejorar el ecosistema de baterías de Europa y reducir potencialmente la brecha de costos con China»

En este sentido, sentencia el documento, una «política clara» que señale un crecimiento continuo de la demanda y reduzca los riesgos de inversión es esencial.

No faltan los brotes verdes en medio del solar que dejan a su paso los fabricantes asiáticos. La AIE recuerda que los esfuerzos para producir baterías LFP más baratas en la región están comenzando a expandirse.

En los últimos dos años, los fabricantes coreanos -tradicionalmente los mayores fabricantes de baterías en Europa- han perdido casi una cuarta parte de su cuota de mercado en la Unión Europea, que bajó del 80% en 2022 al 60% en 2024, en parte debido al éxito creciente de las baterías LFP fabricadas en China.

Por último, el análisis de la Agencia ve con buenos ojos el establecimiento de lazos de cooperación y joint ventures con la competencia oriental, que «ayudarían a mejorar el ecosistema de baterías de Europa y reducir potencialmente la brecha de costos con China». En este sentido, «proyectos como la empresa conjunta entre Stellantis y CATL podrían acelerar la adopción de baterías LFP en la región», concluye el informe de la AIE.


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