Alba Corporación trata de dar el pelotazo bursátil con el campanazo de Verisure, la matriz de Securitas Direct en España. La sociedad registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ostenta el 6,3% del total de la compañía con base en Suecia, tras colocar en 2019 cerca del 1,35% entre grandes fortunas españolas, como los Domecq Bohórquez (accionista de Coca-Cola Andalucía y negocios ganaderos), los Riberas (Gestamp) e incluso el fundador de Desigual, Thomas Meyer, entre otros. Estas grandes fortunas invirtieron un total de 95 millones de euros. La firma vendió por 557 millones el 7,5% del total de la empresa escandinava al fondo estadounidense Hellman & Friedman.
La valoración total de la compañía era de 7.089 millones de euros. No obstante, Alba dispara su valoración actual a los 20.000 millones de euros, según aseguró Sky News este pasado mes de enero, es decir, casi el triple del valor de 2019, mientras la deuda de la compañía alcanza los 7.588 millones de euros a cierre del pasado ejercicio, un 1,66% más respecto al cierre de junio de 2025 y un 50% más que hace cinco años, según los datos del registro de la CNMV.
La operación en este momento no solo es arriesgada dado el contexto geopolítico actual y el elevado riesgo de recesión de EE UU, de la que Europa se contagiaría, como ha pasado siempre. «No veo con buenos ojos una salida a bolsa, dada la incertidumbre mundial», apunta Diego Morín, analista de IG Markets, a preguntas de MERCA2.
A su juicio, «la corrección bursátil podría continuar y las tensiones geopolíticas irán aumentando en próximas semanas».
En este sentido, al rearme de Europa, liderado no solo por Bruselas, Francia y Reino Unido, también se ha apuntado Polonia y Alemania, mientras algunos países del este europeo mantienen sus reticencias, especialmente en Rumanía, donde la UE acusa al ganador de la primera vuelta de «injerencia rusa».
Verisure, conocido en España bajo la marca Securitas Direct, alcanzó unos ingresos de obtuvo unos ingresos de 3.408 millones en 2024, un 10% más respecto al 2023, debido especialmente a la cartera de clientes, que cerró con 5,6 millones, un 8,5%, mientras que registró un incremento del ingreso medio por usuario (ARPU) del 3%.
El resultado del ejercicio fe de 145 millones, cuatro veces el registrado en 2023, un año afectado especialmente por el tipo de cambio. La deuda, además, registra una ratio de 4,8 veces el Ebitda de los dos últimos trimestres anualizados, según los cálculos apuntados en los registros oficiales. Respecto al 2023, esta magnitud apenas descendió una décima, una muestra más de la necesidad de salir a Bolsa.
Hasta ahora, Verisure cuenta con 5,5 millones de clientes, entre empresas y hogares, con un incremento de casi el 10% en tasa interanual, pero la mayoría de clientes paga una media de unos 45 euros al mes, frente a unos gastos de unos 1.400 euros para darle el servicio.
LA DEUDA DE VERISURE, LA PIEDRA EN EL CAMINO
Al problema del tamaño de la deuda de Verisure se le suma, además, los altos intereses que exigen los inversores por la colocación. En la última emisión, el grupo dedicado a las alarmas en empresas y hogares tuvo que pagar un 5,5% y el contexto actual apunta a nuevas subidas de tipos de interés en el BCE para poder financiar tanto la deuda que se emita en Europa para el rearme, un montante que alcanzaría los 800.000 millones de euros, y por el euro digital.

Muestra de la incertidumbre que atraviesa la compañía es la baja calificación de deuda que otorgan tanto Moody’s como S&P a Verisure. Su última emisión a seis años vista, por importe de 525 millones de euros, se saldó con un cupón del 5,5% y uno de los niveles más bajos que otorgan las agencias de medición de riesgos. La emisión se colocó gracias a BNP Paribas, BofA Securities, Citigroup, Deutsche Bank, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Nordea Bank Abp y Nomura International. No obstante, para la hipotética colocación de la salida a Bolsa se contaría también con JP Morgan, uno de los bancos más activos a nivel internacional en este tipo de operaciones.
Algunos analistas consultados por MERCA2, señalan que se podría estar gestando la operación ante la falta de datos clave a cierre del ejercicio, como los datos relativos a la cartera de clientes en el cómputo del año, cifra que sí ofreció con los resultados entre enero y junio, que mostraban una cuantía total de 1.049 millones de euros, un 13,8% más respecto al mismo periodo del pasado 2023. No obstante, también señalan que podría haberse reducido y daría más pistas sobre la valoración real de Verisure.
UNA FUERTE COMPETENCIA EN EUROPA POR LAS ALARMAS
La salida a Bolsa no sería antes de 2025, según apuntaron fuentes internas a Sky News el pasado mes de enero. Y dada la incertidumbre existente es muy probable que se tenga que atrasar hasta otoño o el invierno del próximo año, a pesar de que la intención era acercarse más a primavera. El principal obstáculo es la inestabilidad en Europa y EE UU, cuyo riesgo de recesión se ha elevado al 75% de cara a los próximos trimestres, dando por concluido uno de los mercados más alcistas que se han registrado en la historia de Wall Street, mientras el euro mantiene cierta fortaleza frente al dólar.
Para Archer, la firma de sistemas de seguridad dedicada a la venta de alarmas para particulares y empresas es conocida por su protección 24 horas los siete días de la semana, con un sistema de alerta temprana y tiempo rápido de respuesta, no obstante, también tiene ciertos inconvenientes en cuanto a los métodos de venta, a los que denomina «agresiva», y que ponen contra las cuerdas los estándares de la política de responsabilidad social corporativa.
La salida a Bolsa podría ser en Londres o Ámsterdam, pero si JP Morgan se mete finalmente en la operación no se descarta un salto al otro lado del Atlántico, más cuando se cumplen las mismas condiciones y casi el mismo reglamento. De hecho, para saltar de Países Bajos a New York solo hay que cumplimentar trámites burocráticos y suelen ser rápidos.
No obstante, no se descarta tampoco el mercado suizo para dar el salto. Dada la incertidumbre existente, el franco suizo siempre ha sido uno de los valores refugio, como el oro, y podría ser un buen momento para evitar el temido efecto de cambio.
La valoración alcanzaría un mínimo de 20.000 millones de euros, pero no se descarta incluso que llegar a los 30.000 millones, es decir, cuatro veces más que el valor de la deuda y un nivel que dejaría un rendimiento por cliente cercano a los 6.000 euros.
VALORACIONES OPTIMISTAS E INCLUYE LA DEUDA
Las previsiones son muy «optimistas», pero si existe incertidumbre en Europa, las alarmas serían un activo a tener en cuenta, afirma una de las voces consultadas por este medio. No obstante, esa valoración incluirá la deuda, es decir, la capitalización de las acciones sería significativamente menor. De esta forma, quienes acudieran a la operación estarían abonando la deuda de la compañía, dejándola a cero, y allanando el terreno para pagar un mayor dividendo dado que no correrían los costes financieros.
A pesar de sus exiguos beneficios, en 2021 la empresa llegó a abonar entre 2.000 y 6.000 millones, según la fuente, en dividendos. Ambas cifras se quedan ahora muy alejadas de la deuda actual de la compañía, que crece rápidamente.
VERISURE, MUY IMPLANTADA EN DIEZ PAÍSES
En Europa y Latinoamérica, Verisure es una empresa muy implantada en diez países de ambas regiones, con más del doble del tamaño respecto al segundo en la lista. No obstante, tiene ahora una alta competencia, como Telefónica y Prosegur en España, así como los modelos digitales de Amazon ponen a prueba el grado de penetración.
Ahora, la estrategia busca una captación de «alta calidad», como visitar a los vecinos de una zona donde se ha producido un robo recientemente.
Los fallos en el sistema conlleva también riesgos en los seguros debido a la falta de certificación de ciertos equipos, según IG Markets.
RIESGOS EN VERISURE
En este sentido, «algunos clientes han informado de fallos en el sistema de alarma durante los robos. Y en el pasado, los expertos han señalado que los sistemas de Verisure pueden no cumplir con ciertos estándares de certificación exigidos por las aseguradoras comerciales, lo que podría anular las reclamaciones de seguros a pesar de que el ARC de la empresa esté certificado por la SSAIB», afirman desde IG.
Otro de los riesgos de Verisure se centra en los ciberataques a sus centros de datos. En las últimas semanas este tipo de delincuencia se ha expandido y afecta a instituciones públicas y privadas. La confidencialidad de los datos no es un tema menor dado que la desconfianza de los clientes se dispara con este tipo de ataques.