La hoja de ruta gubernamental en materia mediática pasa por, revolucionar Movistar Plus+ de la mano de su nuevo presidente, el socialista Javier de Paz; derrocar a Joseph Oughourlian al frente del Grupo Prisa; y mover algunas fichas en RTVE bajo el liderazgo de José Pablo López, que pretende ‘telecinquear’ La 1 con un ‘Sálvame light’ repleto de diversidad y utilizar a La 2 como herramienta frente a los bulos promovidos por cierta prensa digital conservadora.
Al frente del nuevo contenedor vespertino que ocupará los huecos de ‘La Moderna’ y ‘El Cazador’ se pondrá Aitor Albizua, al que premian por su éxito como conductor de ‘Cifras y Letras’ tras las calabazas de Marc Giró al proyecto.

En La 2, también por la tarde, se estrenará el espacio de actualidad ‘Malas lenguas’, que perseguirá fakes. El presentador de este espacio será Jesús Cintora pese a que su elección despierta comprensibles recelos entre el el sector conservador de RTVE.
El PP quizá se anime a no levantar demasiado la voz contra Cintora tras de poner en pie el artefacto partidista que anoche estrenó Telemadrid con el antigubernamental Antonio Naranjo como presentador, ‘El análisis diario de la noche’.
CINTORA ESTUVO A PUNTO DE VOLVER EN 2023
Un consejero de RTVE destapó la maniobra de La Moncloa para frenar el regreso de Jesús Cintora a la Corporación pública tras su polémica salida de la casa en julio de 2021. Roberto Lakidain, propuesto por Unidas Podemos, aseguró en el podcast ‘Pandemia digital’ que la vuelta del soriano tras la traumática despedida al frente de ‘Las cosas claras’, que es el formato más competitivo que ha tenido La 1 en los últimos 7 años, se frenó en enero de 2023 desde el bloque socialista del Gobierno de España.
«Me dijeron que era por circunstancias que realmente no acababan de tener encaje, que no las veían claras. Dijeron que sí, pero hoy va a ser que no. Y efectivamente ha vuelto a ser que no», aseguró el sindicalista de Comisiones Obreras.
La presencia de Cintora en antena con una agenda antiestablishment comprometía tanto la renovación de la radiotelevisión vía pacto PSOE-PP y como la relación del Gobierno con algunos grupos privados que estaban incomodados por la dinámica positiva de la audiencia de ‘Las cosas claras’.
ASÍ DIJO ADIÓS CINTORA
Cintora se despidió en julio de 2021 de TVE muy dolido con Pedro Sánchez, «igual estas decisiones tienen más que ver con una persona que con el partido» (el PSOE); con la UGT, «yo no decidí externalizar esto, lo digo por algunos compañeros de Televisión Española»; con USO, que se excedió al despedirse del presentador tildándolo de «ególatra autoritario»; con La Coproductora, «algunos siguen con otro proyecto, yo no»; y con Antonio García Ferreras, «hacemos periodismo, hay gente que por detrás hace otras cosas».
Unidas Podemos cargó con dureza contra el anterior presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, cuando ‘Las cosas claras’ fue cancelada: «¿En qué sentido la cancelación del programa cumple con la misión de servicio público de RTVE? ¿Le parece ético y correcto que un presidente de RTVE proponga la votación en el consejo de administración sobre la continuidad de un periodista con nombre y apellidos? ¿No le parece que sumado a la campaña política y en medios constituye una persecución y una censura de un profesional del periodismo?».
El entonces diputado Pablo Echenique aseguró que Cintora moderaba «un programa de actualidad informativa, en el que se tocaban todo tipo de temas y que contaba con voces de todas las ideologías. ‘Las cosas claras vino a hacer esta función democrática en una franja en la que las televisiones privadas tenían el monopolio». Echenique afirmó que «desde el principio del programa, el PP y la derecha mediática iniciaron una persecución política de Cintora. Y usted, señor Tornero, decidió darles la razón y hacerles caso. Primero, con una votación para echar a Cintora y luego utilizando su potestad personal para cancelar el programa».
El exportavoz de Podemos señaló que «los resultados desde la cancelación están a la vista. Se ha reducido la pluralidad política y además los programas que han sustituido a ‘Las cosas claras’, sin entrar en su calidad y sin valorar su contribución al debate democrático, tenían muy poca audiencia».