miércoles, 12 marzo 2025

La Policía Nacional alerta: así funciona el timo de los 50 euros en la calle

El hallazgo de un billete de 50 euros en el parabrisas de un coche puede parecer un golpe de suerte inesperado. Sin embargo, la Policía Nacional advierte que se trata de un timo astuto, un método que se camufla con aparente generosidad, cuyo fin es robar las pertenencias dentro del vehículo. Acechan el momento en que el conductor desciende para comprobar la autenticidad del billete y, mientras ese descuido ocurre, aprovechan para abrir las puertas o la ventanilla y llevarse lo que encuentren de valor.

En muchas ciudades, la gente se ve tentada a pensar que nadie se molestaría en dejar dinero a la vista de todos. Sin embargo, hay quienes han perfeccionado esta trampa y se aprovechan de la sorpresa para engañar a conductores despistados, confundiendo la línea entre la buena fortuna y la peligrosa ingenuidad. Se han notificado incidentes similares en áreas muy transitadas, donde un descuido de segundos basta para que el plan surta efecto.

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LA ARTIMAÑA DETRÁS DEL BILLETE

Fuente: Freepik

El principal reclamo del timo radica en la colocación de un presunto billete de 50 euros sobre el parabrisas, de modo que el conductor se sorprenda al subir al coche. En ese instante, la Policía Nacional ha identificado que el delincuente aguarda cerca y, observa con detenimiento el movimiento de la víctima, para actuar cuando se presente la oportunidad. Este mecanismo funciona gracias al factor sorpresa, pues la persona cree haber encontrado algo de valor sin tener conciencia del peligro inminente.

La confusión se incrementa cuando la persona sale del vehículo para comprobar si el billete es auténtico o si tiene algún signo de manipulación. La Policía Nacional subraya la importancia de mantener la calma en ese momento, una fracción de segundo que puede resultar decisiva, ya que el delincuente suele aprovechar esa distracción para abrir otra puerta y robar bolsos, móviles o cualquier objeto valioso.

El truco del billete llama la atención por su sencillez y por la facilidad con que puede expandirse en distintos lugares. A menudo, el conductor baja la guardia ante el supuesto hallazgo, ignorando que alguien se ha situado estratégicamente en las inmediaciones para cometer el robo con total naturalidad. Este modus operandi se ha adaptado con rapidez a diferentes entornos urbanos, lo que demuestra la habilidad de quienes lo llevan a cabo para evadir controles y pasar desapercibidos.

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