jueves, 10 abril 2025

La telefobia se apodera de la Generación Z y esta es la causa de su aversión

En una era dominada por la comunicación digital, resulta paradójico que una herramienta tan básica como el teléfono genere ansiedad y rechazo en un sector cada vez mayor de la población, especialmente entre los jóvenes nacidos a partir de la década de los 90. Este fenómeno, conocido como telefobia, se ha convertido en un problema creciente que afecta a la Generación Z y que plantea interrogantes sobre la forma en que nos comunicamos en la actualidad.

Publicidad

La telefobia, o miedo a contestar o realizar llamadas telefónicas, no es un simple capricho generacional, sino un síntoma de una sociedad cada vez más digitalizada y dependiente de la comunicación asíncrona. Los jóvenes de la Generación Z, nativos digitales que han crecido rodeados de smartphones y redes sociales, prefieren comunicarse a través de mensajes de texto, correos electrónicos o chats en línea, evitando en la medida de lo posible las llamadas telefónicas.

2
LA COMUNICACIÓN ASÍNCRONA: EL REINADO DEL MENSAJE DE TEXTO Y EL CORREO ELECTRÓNICO

Fuente Freepik

La comunicación asíncrona, aquella que no requiere de una respuesta inmediata, se ha convertido en la forma predominante de comunicación en la sociedad actual, especialmente entre los jóvenes de la Generación Z. Los mensajes de texto, los correos electrónicos y los chats en línea permiten a las personas comunicarse a su propio ritmo, sin la presión de tener que responder de forma inmediata.

Esta forma de comunicación ofrece una serie de ventajas para las personas que sufren de telefobia, ya que les permite controlar el tiempo y la forma en que responden a los mensajes. Además, la comunicación escrita permite a las personas pensar y reflexionar sobre lo que quieren decir antes de responder, lo que reduce la ansiedad asociada a la comunicación oral.

En contraste, las llamadas telefónicas requieren de una respuesta inmediata, lo que puede generar ansiedad y estrés en las personas que sufren de telefobia. Además, las llamadas telefónicas suelen ser más impersonales y formales que la comunicación escrita, lo que puede resultar intimidante para algunos jóvenes.


Publicidad