El universo narrativo característico de La Promesa jamás se ha considerado unido o armonioso. Acoso, ardides familiares, secretos inhóspitos, traiciones que se entrelazan como raíces venenosas, un sedimento de emociones inimaginables y de revelaciones sorprendentes son solo algunas de las cosas que se hallan presentes en cada capítulo de esta serie, por lo que el capítulo 543, que se emite hoy viernes 7 de marzo, representa una etapa de inflexión en la que se encuentra dicha historia, una historia que dejará en la incertidumbre a los personajes de la misma.
Jana y Leocadia, dos mujeres que hasta ahora han navegado por caminos separados, decidieron trabajar unidas tras una explosiva revelación. En la planta de servicio, descubrimientos como los de María Fernández y las rebeliones de Curro añaden nuevos capítulos a la encriptada historia de La Promesa, que jamás deja de sorprendernos.
1JANA Y LEOCADIA EN LA PROMESA

Desde la llegada de Jana a La Promesa, su persona se ha cubierto de un halo de misterio. Su forma de actuar, sus miradas meditadas, sus silencios significativos han hecho que la desconfianza por su figura fuese creciendo, hasta la de Leocadia, que no desconfía de nadie. En cualquier caso, en este capítulo, Jana decide romper con ese silencio que la había envuelto hasta este momento y confesarla, dando a conocer el inicio de su propia historia. Una confesión que no solamente despeja la incertidumbre de Leocadia, sino que, además, las une en un proyecto común para desenmascarar a Cruz.
La confesión de Jana, pues, no es solamente un cambio en la estructura narrativa, es un momento cargado de una gran riqueza simbólica. No porque Jana, en su confesión, no hable solamente de sus vulnerabilidades personales, sino porque saca a la luz la red de mentiras tejidas por Cruz. Ambas mujeres llegan a una devastadora conclusión: Cruz ha sido la causante de todo el desbarajuste que ha tambaleado a La Promesa, de la muerte de Tomás. Este hallazgo no solamente cambia la andadura de la investigación, sino que asienta una firme determinación, la de hacer justicia, pase lo que pase.
La unión de Jana y Leocadia es a la vez el recordatorio de que, ante un mundo que está cubierto de traiciones, la verdad se convierte en la mejor arma. Pero eso también suscita una inquietante pregunta: ¿Hasta dónde están dispuestas a llegar para desenmascarar los secretos de Cruz?
La relación entre las dos mujeres es muy interesante porque conlleva el emparejamiento de dos mundos que parecen antagónicos. Por una parte, Leocadia, con su experiencia, su conocimiento sobre los entresijos de La Promesa; por otra, Jana, calculadora y decidida. Juntas formarían un tándem imbatible. Pero en un lugar donde las paredes tienen oídos y las sonrisas se asemejan a dagas muy afiladas, fiarse de alguna persona puede llegar a ser igual de peligroso que enfrentarse al enemigo, que es inevitable.