‘Doctor Alí’ llega para desafiar los convencionalismos y proporcionar una mirada nueva, de una humanidad profundamente sentida. Esta serie turca, que aterriza en Antena 3 Nova desde el miércoles y a las 21:45 horas, no es una ficción más sobre batas blancas y los quirófanos.
A poco que la serie se convierta en una presencia diaria en la programación, ‘Doctor Alí’ se va a permitir ilusionar a la audiencia española, tal y como ha hecho en países donde ha sido emitida. No es una serie, es un fenómeno cultural que llama a la reflexión sobre la manera de entender a los diferentes. A través de la historia de su protagonista, la ficción se convierte en un viaje a la aceptación, el amor y la lucha por encontrar el sitio en el mundo.
2DRAMA, ROMANCE Y SUPERACIÓN

Pese a que se trate de una serie médica, ‘Doctor Alí’ no responde en ningún momento a los estereotipos asociados a tal concepto. Es —nunca mejor dicho— el clásico, el convencional drama entrelazado por el romance y la superación, una historia que te hace hacer clic en el primer minuto. No sólo hace referencia a los casos médicos que resuelved Alí con su ingenio, sino a su propia lucha de autoafirmación por hacerse un hueco en un mundo que no siempre lo comprende.
Uno de los elementos más brillantes de esta historia es lo referida que está a las historias interpersonales, dado que Alí no sólo se enfrenta a los prejuicios de sus compañeros, sino que también ha de hacer frente por primera vez a un amor complicado. La relación con Nazli (Sinem Ünsal) es uno de los ejes de la historia, la doctora empática que termina siendo su apoyo, demostrando cómo el amor puede prosperar en las más inesperadas circunstancias. Y el romance no es la única motivación emocional de la serie.
La relación de Alí con su familia en el hospital y con su grupo de compañeros que acaba siendo su segunda familia también presenta momentos de mucha emoción. A partir de ahí, la serie nos brinda varias temáticas: la lealtad, la amistad y la importancia de encontrar un espacio donde se pueda ser uno mismo. Cada capítulo es una montaña rusa emocional, con momentos llenos de tensión en las salas de operaciones que dan paso a escenas que hacen brotar lágrimas dadas las profundas emociones que despiertan.
La superación personal se pone igualmente de relieve una vez más en ‘Doctor Alí’. Alí debe dar cuenta no sólo de que es un médico, sino aprender a confiar en sí mismo y en los demás. Su camino a la superación es, al fin y al cabo, una lección de que la verdadera fortaleza no es conseguir librarse del miedo, sino saber encajarlo.