Ouigo puede seguir en el punto de mira de Renfe por el efecto que su estrategia de precios está teniendo en todo el sector de la alta velocidad. Al mismo tiempo, también es evidente que la empresa de origen francés no está demasiada preocupada por las críticas, apoyada en que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) le ha dado la razón, y ha permitido que los precios se mantengan por debajo de los de sus competidores, lo que volverá a ocurrir en la próxima Semana Santa.
Uno de los puentes más importantes del año, el promedio del precio de los billetes en Ouigo es de 90 euros, ida y vuelta desde Madrid, en las rutas españolas. En comparación, el precio de la alta velocidad de Renfe, incluso a través del AVLO, es de 104 euros en los viajes de ida y vuelta desde la capital, mientras que la opción más cara sigue siendo Iryo que con los precios de la empresa ítalo española subiendo hasta los 121,26 euros si se suman los precios de ida y vuelta desde la capital.
Es un dato llamativo, sobre todo mientras que estas tres empresas compiten, con un cuchillo entre los dientes, por el mercado de la alta velocidad local. La realidad es que a pesar del crecimiento del número total de usuarios de estos servicios que ha venido de la mano del proceso de liberalización, las tres empresas no se han visto en una situación demasiado cómoda a la hora de presentar resultados en los últimos años y ser la más exitosa en rutas clave, en particular el corredor que conecta Madrid y Barcelona, puede ser necesario para mantener la buena salud de sus datos.
De momento Renfe, que en la alta velocidad cuenta con su servicio de bajo presupuesto, el AVLO, además del ya conocido AVE, es la más usada del sector. Según los datos más recientes de la CNMC dependiendo de la ruta entre estas dos opciones suman entre 51% y 70% de los usuarios dependiendo de cuál de las rutas se mida, Iryo oscila entre el 23 y el 28% mientras que Ouigo se mueve entre el 16% y el 25%. Aun así, las tres se muestran optimistas ante el futuro inmediato, incluso si las tres han declarado pérdidas en los últimos años.
LA LIBERALIZACIÓN MANTIENE LOS PRECIOS BAJOS
La realidad es que la llegada de la alta velocidad ha sido un catalizador para una caída en los precios de todo el servicio. Lo cierto es que a pesar de la pequeña crisis de ingresos que atraviesan los tres operadores de los trenes en España, incluso si estos ya esperaban estos datos por un tiempo, el trabajo de Ouigo e Iryo ha sido una buena noticia para los usuarios, sobre todo de cara a planear unos viajes internos que, gracias a la caída de los precios de los viajes internacionales a través de empresas como Ryanair y Vueling, cuyos precios hicieron que los viajes europeos fuesen accesibles.
Es uno de los motivos que Renfe sigue esgrimiendo para que se le permita llegar a París, su principal objetivo de expansión europea, y que los nuevos competidores locales usan para pedir que se siga expandiendo la liberalización y se les permita llegar a más rutas. La más reciente en la que se ha implantado el modelo competitivo ha sido la de Galicia, y en efecto ha sido una buena noticia tanto por la cantidad de viajeros que se han sumado esta opción como por el efecto que tiene en la industria turística de la zona.
A esto se suma el esfuerzo, evidente, de Bruselas para normalizar el uso de los servicios de alta velocidad por encima de los aviones y los vehículos de uso particular para viajes de media y larga distancia. Lo cierto es que la defensa de estos como un transporte limpio ha sido una de las principales políticas de la transformación energética de Europa y de España.
OUIGO SIGUE EN LA MIRA DEL MINISTERIO DE TRANSPORTE POR SUS PRECIOS
Aunque los precios pueden servir para que Ouigo mantenga la tensión competitiva con Renfe e Iryo lo cierto es que hacen que se mantenga una relación contenciosa entre la empresa de origen francés y el Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible que dirige Óscar Puente. El Ministro ha sido crítico varias veces con los precios de la low cost francesa, si no que los ha señalado como el motivo de los problemas de ingresos de la empresa estatal.
En cualquier caso, Ouigo no parece interesada en cambiar su estrategia, y aunque Francia no ha sido igual de abierta para recibir a la ferroviaria española, es evidente que la empresa será clave en este mercado a medida que mantiene su crecimiento.
