La base de datos Carbon Majors ha publicado su informe sobre las entidades más contaminantes del mundo con reveladores resultados: los últimos datos, correspondientes a 2023, indican que tan solo 36 compañías acaparan la mitad del total de gases nocivos emitidos a la atmósfera terrestre. En el ámbito privado, los cinco primeros puestos de este poco halagador ranking corresponden, por este orden, a ExxonMobil, Chevron, Shell, TotalEnergies y BP.
Carbon Majors es una base de datos de los datos históricos de producción de 180 de los mayores productores de petróleo, gas, carbón y cemento del mundo. Estos datos se utilizan para cuantificar las emisiones operativas directas y las emisiones derivadas de la combustión de productos comercializados que se pueden atribuir a estas entidades.
Estas entidades incluyen 104 compañías de propiedad de inversores, 70 compañías de propiedad estatal, seis estados, 87 entidades productoras de petróleo, 86 entidades de gas, 103 entidades de carbón, 8 entidades de cemento.
Los datos abarcan desde 1854 y contienen más de 1.39 billones de toneladas de CO2e, cubriendo el 69% de las emisiones globales de combustibles fósiles y cemento desde el inicio de la Revolución Industrial en 1751.
LAS MÁS CONTAMINANTES: EL RANKING GENERAL
La investigación de Carbon Majors revela una verdad incómoda: en 2023, el año correspondiente a la última actualización, las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero aumentaron respecto al ejercicio precedente.
Carbon Majors detectó 33,9 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2) emitidas por las 169 entidades activas en la base de datos en 2023, un aumento del 0,7% respecto a 2022. Las emisiones de CO2 en la base de datos representaron el 78.4% de las emisiones globales de CO2 de combustibles fósiles y cemento en 2023, con solo 36 compañías vinculadas a más de la mitad de estas emisiones globales.
LAS DIEZ ENTIDADES, TANTO PÚBLICAS COMO PRIVADAS, MÁS CONTAMINANTES A NIVEL GLOBAL SON Aramco, Coal India, CHN Oil Company, la petrolera estatal de Irán, Jinneng Group, Gazprom, China Cement, Rosneft, CNPC y Shandong Energy
El ‘top 10’ de entidades más contaminantes a nivel global, incluyendo tanto estados como empresas de titularidad pública y privada, está encabezado por la petrolera nacional saudí Aramco, seguida de Coal India, CHN Oil Company, la petrolera estatal de Irán, Jinneng Group, Gazprom, China Cement, Rosneft, CNPC y Shandong Energy.
Las empresas estatales dominan de forma autoritaria el ranking: 16 de los 20 principales emisores son de titularidad pública. En términos absolutos, las compañías estatales son responsables del 52% de las emisiones de gases contaminantes. Las nuevas incorporaciones de CHN Energy y Jinneng Group, junto con Coal India, destacan la influencia de las empresas estatales de carbón, especialmente en Asia.
LAS PRIVADAS
Las cinco compañías propiedad de inversores más contaminantes, ExxonMobil, Chevron, Shell, TotalEnergies y BP, son responsables de una parte significativa de las emisiones globales, con un total de 2,2 gigatoneladas de gases de efecto invernadero (4.9% de las emisiones globales de CO2 de combustibles fósiles). Sin embargo, esto sigue siendo considerablemente inferior a los 7,4 gigatoneladas (17,4% de las emisiones globales de CO2 de combustibles fósiles) vinculadas a sus contrapartes estatales: Saudi Aramco, Coal India, CHN Energy, la petrolera estatal iraní y Jinneng Group.
Con todo, es poco probable que las compañías privadas vayan a mejorar sus cifras, al menos en un futuro cercano. Las cinco más contaminantes desarrollan su negocio principal en el área del petróleo o los productos petroquímicos, y aunque algunas han intentado diversificar su actividad hacia formas de energía más sostenibles, la tendencia general apunta a un retorno al enfoque casi exclusivo en los combustibles fósiles.
El mejor ejemplo de este retroceso es BP: la semana pasada, el gigante anunció que aumentará la inversión anual en petróleo y gas a 10.000 millones de dólares (9.500 millones de euros), volviendo a centrarse en los combustibles fósiles como parte de los esfuerzos del CEO, Murray Auchincloss, para mejorar los rendimientos.