Hace ya casi un año, Galp recogía todas las fichas de la tragaperras al anunciar el descubrimiento de un pozo de petróleo en Mopane (Namibia) cuyas reservas equivalían a 10.000 millones de barriles de crudo, suficiente para cubrir la demanda de España durante dos décadas. A pesar de este colosal ‘eureka’, la compañía no ha rendido financieramente como se esperaba, aunque Berenberg sigue creyendo en el yacimiento y en las inmensas posibilidades que abre.
VISIÓN «POSITIVA» SOBRE GALP
«Seguimos siendo positivos respecto a Galp, con la mayor parte de nuestro potencial alcista aún impulsado por el gran descubrimiento de Mopane, en alta mar en Namibia, donde la compañía confía en que logrará al menos un centro de desarrollo» -anuncia el análisis de la entidad financiera- «A corto plazo, la previsión para 2025 estuvo por debajo de las expectativas del consenso; sin embargo, se espera que el flujo de caja se recupere en 2026 gracias al crecimiento de la producción upstream y a la normalización de las operaciones de refinación».
Según otro análisis consultado por MERCA2, la gran pérdida neta registrada por Galp en el último tramo de 2024 (58% por debajo de la estimación) se debió a deterioros y cargos financieros. Con todo, la petrolera reportó cifras más débiles de lo esperado, especialmente en la mencionada área de upstream (un 11% por debajo de las expectativas).
La enorme fuente de riqueza que representa el pozo africano, sin embargo, esclarece en gran medida el panorama. No obstante, Berenberg reconoce los riesgos actualmente asociados con Namibia, dados los comentarios de otros operadores en el área de la Cuenca de Orange (frente a las costas de Namibia).
AUNQUE RECONOCE LA IMPORTANCIA DEL HALLAZGO DE MOPANE, BERENBERG ANIMA A GALP A ENCONTRAR SOCIOS ESTRATÉGICOS QUE FACILITEN EL DESARROLLO DEL RESERVORIO
Aún así, Galp sigue indicando que tiene exposición a un reservorio de alta calidad y contenido de fluidos. «La confirmación de un concepto de desarrollo y/o la incorporación de un socio estratégico reduciría claramente el riesgo de esta visión y sería un catalizador positivo para las acciones, en nuestra opinión», afirma Berenberg.
«Por lo tanto, mantenemos nuestra calificación de compra y un precio objetivo de 21 euros», sentencia el análisis sobre las perspectivas del grupo portugués.
Respecto al yacimiento de Mopane, que repentinamente se ha convertido en uno de los ejes del desarrollo futuro de Galp, la compañía sigue confiando en que ha descubierto un reservorio de alta calidad que contiene petróleo ligero y gas condensado a alta presión.
EL INFORME DESTACA EL BUEN MOMENTO DEL DIVIDENDO DE GALP, AUNQUE REBAJA LA PREVISIÓN DE EBITDA DE LA PETROLERA PARA ESTE AÑO Y EL PRÓXIMO
Aunque reconoce la importancia del hallazgo, Berenberg matiza que «sería útil obtener mayor claridad por parte de Galp en cuanto al contenido de gas, la confirmación de que el descubrimiento es comercial y la confirmación de que se ha asegurado un socio estratégico; sin embargo, en general, seguimos siendo optimistas, dado que la compañía confía en el reservorio y en su capacidad de desarrollar un centro de producción».
El informe dedica un espacio al buen momento del dividendo de Galp, de 0,62 euros por título y la recompra de acciones online de 250 millones de euros, con un 2,1% de rentabilidad. Esta retribución a los accionistas supone «un incremento del 15% interanual frente a la guía general del 4% interanual»; y en cuanto a la recompra de acciones, llevará las distribuciones en línea con el objetivo de un tercio del flujo de caja operativo ajustado.
Por último, Berenberg rebaja las expectativas de Ebitda de la petrolera para este año y el próximo.
LLUVIA DE MILLONES DEL BEI
A las buenas perspectivas se suma una financiación opípara. El Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha concedido a Galp un préstamo de 430 millones de euros para la construcción de dos proyectos clave destinados a transformar la Refinería de Sines (Portugal).
Galp está desarrollando la unidad de biocombustibles, ya en fase de construcción, en asociación con la japonesa Mitsui, como parte de una inversión total de 400 millones de euros, de los cuales 250 millones son aportados por el BEI. Esta unidad convertirá aceites vegetales y grasas residuales en combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) y gasóleo renovable de origen biológico (HVO).
LOS PROYECTOS FINANCIADOS CONSISTEN EN UNA UNIDAD DE BIOCOMBUSTIBLES Y UN ELECTROLIZADOR DE 100 MEGAVATIOS
Los carburantes ‘verdes’ allí producidos tendrán características «idénticas a los combustibles de origen fósil utilizados en los motores de combustión normales», señala Galp.
Paralelamente, Galp está construyendo en el mismo emplazamiento un electrolizador de 100 megavatios (MW), con una inversión de 250 millones de euros, de los que el BEI financiará 180 millones.
Ambas instalaciones apoyan el objetivo de neutralidad climática de aquí a 2050, en consonancia con el Pacto Verde Europeo, y refuerzan la independencia energética de la UE, como se indica en el plan REPowerEU. Los proyectos, además, se benefician de 22,5 millones de euros en incentivos del Plan de Recuperación y Resiliencia.