Diego Franzin, director de estrategias de cartera en Plenisfer Investments, parte de Generali Investments, revisa en MERCA2 la actualidad del oro.

El metal dorado ha seguido una trayectoria alcista constante a pesar del aumento de los rendimientos de los bonos estadounidenses y del fortalecimiento del dólar, dos factores que normalmente pesarían sobre el metal precioso. Esto sugiere que las condiciones fundamentales del mercado del oro han experimentado un cambio estructural debido a varios factores que, en nuestra opinión, es probable que persistan.
El oro podría alcanzar 3.000 dólares por onza en 2025 y la plata subir un 20%
En 2024, los precios del metal dorado ya no se ven penalizados por las ventas masivas de los inversores financieros: los flujos mundiales de ETF permanecieron esencialmente invariables, con un saldo ligeramente negativo de -7 toneladas frente a -244 toneladas en 2023*. Más notablemente, en enero, los flujos de ETF europeos volvieron a ser positivos después de casi tres años. En términos más generales, los flujos de inversión -incluidos no sólo los ETF, sino también los Lingotes, Monedas y Medallas- crecieron un 24% en 2024*.
Así pues, el metal dorado ha adquirido una importancia creciente en las carteras de los inversores, y no esperamos que esta tendencia se invierta en el año en curso, sino todo lo contrario. En el clima actual de mayor incertidumbre, creemos que va a desempeñar un papel aún más importante en la protección de las inversiones y la estabilización de las carteras.

Como activo refugio por excelencia, el metal dorado seguirá viéndose respaldado por la incertidumbre que rodea a los acontecimientos geopolíticos, las tensiones comerciales y los desequilibrios fiscales -especialmente en Estados Unidos-, así como por la demanda de los bancos centrales. Según el Consejo Mundial del Oro, la demanda en 2024 alcanzó las 4.974 toneladas (+1% frente a 2023), con los bancos centrales manteniendo su posición de compradores netos por tercer año consecutivo, comprando más de 1.000 toneladas. Mientras los bancos centrales se mantengan así de activos, constituirán un sólido pilar de apoyo para los precios del metal.
Oro: un medio de diversificación de la cartera y de cobertura contra la inflación
A principios de año, surgió otro factor técnico a favor del activo: la amenaza de EE.UU. de imponer aranceles a todas las mercancías procedentes de Canadá y México ha hecho temer que las importaciones de oro y plata también se vean afectadas, lo que encarece la liquidación física de los contratos de futuros. En consecuencia, el coste de los préstamos ha aumentado*, al igual que el coste de las posiciones cortas en los principales ETF de metales preciosos que cotizan en EE.UU. (GLD.US y SLV.US)*. Además, la especulación en torno a posibles emisiones del Tesoro estadounidense respaldadas por el metal dorado ha apoyado aún más los precios.
En este escenario, vemos tres posibles factores de apoyo y tres posibles riesgos.
Posibles factores de apoyo para el oro
1. India: El país ha decidido reducir los aranceles a la importación de oro y plata, revirtiendo una política vigente desde 2012. Esto podría allanar el camino para un aumento de las compras de la India, el segundo mayor consumidor del metal en el mundo.
2. China: El país ha puesto en marcha un programa piloto que permite a los fondos de seguros invertir en el metal dorado, lo que podría generar una demanda de aproximadamente 300 toneladas, equivalente al 6,5% del mercado físico anual. Además, los activos de ETF de oro gestionados en China han pasado de unas 50 toneladas en 2022 a 120 toneladas a finales de 2024. El Banco Popular de China también compró 10 toneladas en diciembre de 2024, tras una compra de 5 toneladas en noviembre*. El aumento de las tensiones entre Estados Unidos y China podría alentar aún más estas compras.
3. EE.UU.: Amenazas y acciones. Si Estados Unidos cumple sus amenazas de imponer aranceles al oro y la plata, se amplificaría aún más la actual compresión de posiciones cortas. Además, cualquier nueva amenaza de sanciones financieras por parte de EE.UU. podría empujar a los países a buscar alternativas al dólar estadounidense, siendo a menudo el metal dorado la primera opción.

Riesgos potenciales para el repunte del oro
1. Bonos del Tesoro de EE. UU.: Tras cuatro años consecutivos de pérdidas, muchos inversores han pasado de los bonos del Tesoro al metal. Un recorte significativo del gasto de EE.UU., que lleve a una emisión de deuda más estricta, podría reducir la oferta de bonos del Tesoro, apoyando su valor y atrayendo de nuevo a los inversores hacia esta clase de activos a expensas del oro.
2. China: Si el mercado bursátil chino experimenta una recuperación estructural, el capital local podría alejarse del metal precioso y volver a la renta variable nacional.
3. Rusia: Un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania que incluya la devolución de los activos rusos confiscados podría frenar el impulso, ya que el reciente repunte coincidió con estas confiscaciones de activos.
¿Seguirá subiendo el oro?
Merece la pena señalar que los precios actuales están cerca de máximos históricos en relación con varios parámetros de valoración, incluidos las ratios oro-petróleo, oro-salarios y oro-inmuebles en EE.UU. Que el metal precioso se embarque en otro rally hacia nuevos niveles récord dependerá de los factores señalados anteriormente. Sin embargo, en Plenisfer seguiremos considerando el oro como un activo clave para la estabilización de la cartera y la protección frente a posibles nuevas oleadas de inflación.
[1]*Fuente: Bloomberg
[2] *Fuente: Bloomberg