Las orquídeas son una de las plantas más sofisticadas y apreciadas en la jardinería, porque no solo son hermosas, sino que requieren, además, de un cuidado exquisito a la hora de su preservación. Sus flores pueden permanecer frescas durante tres a seis meses, pero con un mantenimiento adecuado, la planta puede sobrevivir durante más de una década.
Si alguna vez has cultivado una orquídea y no puedes mantenerla viva durante un período prolongado, no te preocupes, no eres la única persona a la que le pasa eso. Muchos individuos adquieren estas maravillosas flores sin realmente entender cómo deben ser cuidadas. Sin embargo, con el cuidado adecuado, puedes apreciar su encanto durante un período bastante prolongado. Por ello, en este post, te vamos a dar la mejor guía para que tus orquídeas prosperen consistentemente y no se pierdan prematuramente.
4¿Cómo detectar enfermedades en las hojas?

Observar el estado de las hojas es clave para detectar posibles enfermedades. Si surgen unos puntos o encuentras partes de las hojas que están consumidas, es posible que sean hongos. Si descubres una mancha o una hoja consumida, el hongo ya estará instalado en la orquídea, es lo que declaran los expertos. Para contrarrestarlos, es esencial erradicar las zonas afectadas y administrar un fungicida integral. Pero hay otros signos de los que debes estar pendiente:
- Observas que las hojas están cayéndose o se han puesto de un tono amarillo. Esto puede indicar la existencia de una infección bacteriana. En este escenario se recomienda segregar la planta, alejándola de las demás, y administrar un microbicida.
- Si ves que las hojas están como aguadas o caídas, generalmente indica la presencia de hongos en las raíces. La solución es cambiar el substrato y aplicar un fungicida.
- Las manchas negras en las hojas y raíces significan demasiada agua. Chequea el drenaje del contenedor, sustrato o maceta de tus orquídeas y reduce la frecuencia de irrigación.