Los consumidores llevan años notando cómo el precio de los productos en los supermercados no deja de subir. Sin embargo, la OCU ha detectado que esta escalada de precios no es el único problema. Existen estrategias comerciales que buscan ocultar estas subidas de una forma tan sutil que muchos ni siquiera se dan cuenta. Lo peor es que no se trata de casos aislados, sino de prácticas cada vez más extendidas que afectan a todo tipo de productos.
La reduflación y la cheapflación son dos de estas tácticas engañosas que han sido objeto de denuncia por parte de la OCU. Ambas estrategias afectan directamente al consumidor, reduciendo la cantidad o la calidad del producto sin una bajada proporcional en su precio. Desde Merca2, te explicamos en qué consisten, cómo detectarlas y qué está haciendo la legislación para frenar estos abusos.
2La cheapflación: menos calidad por el mismo precio
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Además de la reduflación, la OCU ha identificado otro fenómeno engañoso que han bautizado como cheapflación. En este caso, la estrategia no consiste en reducir la cantidad, sino en cambiar los ingredientes o componentes por otros de menor calidad.
Un ejemplo de cheapflación sería sustituir un ingrediente natural por uno artificial, reducir la proporción de cacao en un chocolate o utilizar aceites vegetales más baratos en lugar de los originales. Lo más preocupante es que el precio sigue siendo el mismo, lo que significa que el consumidor está pagando lo mismo por un producto de peor calidad.