jueves, 27 febrero 2025

Internet y la IA pueden estar afectando a tu memoria

Un día sales de casa para ir al supermercado, a tu parque favorito o a casa de un amigo. Sin embargo, tras dar unos pasos, te das cuenta de que no recuerdas cómo llegar. Y no, no es porque sea un lugar nuevo, sino porque siempre has usado Internet y Google Maps para guiarte. Esta situación, aunque parezca sacada de una distopía tecnológica, le ocurrió a Adrian Ward, un psicólogo que llevaba nueve años conduciendo por Austin, Texas. Un fallo en su GPS lo dejó literalmente perdido en su propia ciudad. 

La dependencia de herramientas como Internet, los GPS y, más recientemente, la Inteligencia Artificial (IA), ha crecido exponencialmente. Estas tecnologías nos han facilitado la vida, pero también han planteado preguntas incómodas: ¿Estamos perdiendo habilidades cognitivas al delegar tareas en máquinas? ¿Cómo afecta esto a nuestra memoria a largo plazo?

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IA Y PEREZA COGNITIVA

Internet y la IA pueden estar afectando a tu memoria
Fuente: Freepik Premium

La irrupción de herramientas de Inteligencia Artificial, como ChatGPT, ha llevado esta dependencia a un nuevo nivel. A diferencia de los motores de búsqueda tradicionales, que nos ofrecen información en bruto, los chatbots son capaces de procesar y presentar datos de manera estructurada, casi como si estuvieran pensando por nosotros. Esto, aunque útil, plantea un nuevo desafío: ¿estamos volviéndonos «cognitivamente perezosos»?

Según Nature, los científicos temen que estas herramientas nos acostumbren a delegar no solo la memoria, sino también el pensamiento crítico. Al pedirle a un chatbot que explique un concepto complejo o que resuma un texto, corremos el riesgo de perder la capacidad de analizar y sintetizar información por nosotros mismos. Además, existe el peligro de que recordemos información incorrecta, ya que los chatbots pueden generar respuestas convincentes pero falsas. Imagina estar completamente seguro de un dato que, en realidad, es erróneo. ¿Cómo afectaría esto a nuestra toma de decisiones o a nuestra comprensión del mundo?

Sin embargo, no todo es negativo. Algunos investigadores argumentan que esta evolución es parte de un proceso natural en el que redistribuimos nuestras capacidades cognitivas. El concepto de «memoria transaccional» sugiere que siempre hemos confiado en fuentes externas para almacenar información, ya sean libros, amigos o profesores. La diferencia es que ahora esas fuentes son más accesibles y rápidas. Además, delegar tareas menos relevantes en la tecnología podría liberar espacio mental para actividades más creativas o complejas.

Pero la IA no solo está cambiando cómo recordamos, sino también cómo aprendemos. Herramientas como los tutores virtuales o los sistemas de aprendizaje adaptativo están transformando la educación, ofreciendo experiencias personalizadas y accesibles. Sin embargo, también existe el riesgo de que los estudiantes dependan demasiado de estas herramientas, perdiendo la capacidad de aprender de manera autónoma. El desafío es encontrar un equilibrio entre la comodidad que ofrece la IA y la necesidad de desarrollar habilidades cognitivas propias.

Además, la IA está cambiando cómo interactuamos con la información en el ámbito laboral. Desde la automatización de tareas repetitivas hasta la generación de informes complejos, estas herramientas están revolucionando el mundo del trabajo. La memoria, el pensamiento crítico y la creatividad son aspectos fundamentales de nuestra identidad.

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