Las rosquillas, esos deliciosos dulces gallegos de Carnaval están llegando y se nos hace la boca agua, porque son de esas recetas que, no puedes probar una sola, y te conquistan de inmediato, por el sabor, la textura y, sobre todo, los recuerdos que te traen a la cabeza.
¿Qué te parece si hoy tratamos de hacer la receta de las rosquillas gallegas de Carnaval? De primera te contamos que no son difíciles ni llevan tanto trabajo, pero el sabor si que va a estar allí y lo vas a comprobar por ti misma. Para comenzar son rosquillas fritas, que se esponjan en el interior y la fritura les da ese toque crunchy exterior que nos encanta, ideales para el Carnaval, o para la festividad que prefieras, por nosotros, las comeríamos todo el año.
5Ahora, a freír las rosquillas
La fritura es quizás de los momentos más delicados de esta preparación. No te preocupes, porque te vamos a contar cómo lo vas a hacer:
- Aceite caliente, pero no mucho: pon la sartén con aceite de girasol (o aceite de oliva suave) a fuego medio. Un truco para aromatizar el aceite es freír las cáscaras de limón y naranja en él, a baja temperatura. Esto les dará un toque increíble a las rosquillas.
- Freír las rosquillas: cuando el aceite esté bien caliente (pero sin que humee), ve friendo las rosquillas en tandas de 5 unidades, para que no baje la temperatura del aceite. La clave aquí es que el aceite no esté tan caliente como para quemarlas por fuera y dejarlas crudas por dentro. El tiempo de fritura es corto, solo un par de minutos por cada lado.
- Sacarlas para escurrir: cuando las rosquillas estén doradas y crujientes, sácalas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.