Las rosquillas, esos deliciosos dulces gallegos de Carnaval están llegando y se nos hace la boca agua, porque son de esas recetas que, no puedes probar una sola, y te conquistan de inmediato, por el sabor, la textura y, sobre todo, los recuerdos que te traen a la cabeza.
¿Qué te parece si hoy tratamos de hacer la receta de las rosquillas gallegas de Carnaval? De primera te contamos que no son difíciles ni llevan tanto trabajo, pero el sabor si que va a estar allí y lo vas a comprobar por ti misma. Para comenzar son rosquillas fritas, que se esponjan en el interior y la fritura les da ese toque crunchy exterior que nos encanta, ideales para el Carnaval, o para la festividad que prefieras, por nosotros, las comeríamos todo el año.
3Vamos de primera mano con la masa de las rosquillas
Prepárate porque es una receta fácil, pero requiere un poco de tiempo. Así que, ¡vamos a ello!
- Ralla los cítricos: empieza por pelar un poco de la piel de limón y naranja. La parte blanca la descartamos, ya que la piel es lo que usaremos para aromatizar. Luego, ralla lo que puedas de ambos frutos.
- Derrite la mantequilla: si no la tienes en pomada, derrítela a fuego bajo y resérvala.
- Batir huevos: en un recipiente grande, bate los cuatro huevos camperos junto con los 100 g de azúcar. Batir bien hasta que se forme una mezcla espumosa. Esto es lo que hará que las rosquillas sean ligeras y esponjosas.
- Añade los ingredientes líquidos: a la mezcla de huevos, agrega la mantequilla derretida, el aceite de oliva y el anís. No olvides la ralladura de limón y naranja y una pizca de sal. Mezcla todo bien hasta que se integren todos los ingredientes.
- Incorpora la harina: en otro recipiente grande, agrega la harina de repostería y la levadura química. Haz un hueco en el centro, como si fueras a hacer un volcán invertido, y empieza a añadir poco a poco la mezcla líquida que preparamos antes. Usa un tenedor al principio para mezclar y, cuando la masa comience a espesar, comienza a usar las manos. Debes obtener una masa pegajosa pero bastante manejable.
- Deja que la masa repose: una vez que tengas la masa lista, bóleala y cúbrela con papel film transparente. Deja que repose durante unas 2 horas. Este paso es esencial para que las rosquillas queden bien esponjosas.
Si luego te parece que no es fácil lidiar con la masa, nuestro consejo es que la metas en el refrigerador, porque cuando se enfríe, la masa se manipulará mejor.