viernes, 28 febrero 2025

J. F. Lamata: «La RTVE de Sánchez se ha cargado el espíritu de la de Zapatero»

J. F. Lamata ha buceado en la historia de Radio Televisión Española para confeccionar ‘El libro negro de TVE: de Balbín a Broncano’ (La Esfera de los Libros). El padre de la minuciosa Hemeroteca del buitre (de obligada consulta para los amantes del sector mediático) atiende a MERCA2.es para hablar de su primer libro.

-Por lo que vemos, no hay buenos y malos en la historia de RTVE.

Los medios se analizan como una guerra: son una lucha por el poder donde no suele haber buenos y malos, aunque siempre hay grados de lo uno y lo otro. Pero creo que no hay que tener idealizada ninguna etapa. Hasta las elecciones generales de 1993, RTVE era la única ventana televisiva para informarse porque no existían las televisiones privadas.

Algunos dirán que la prensa marcaba la opinión, pero mucha gente no leía los periódicos y se informaba sobre política exclusivamente por aquella televisión que dirigieron Rafael Anson (que fue al alimón jefe de campaña de Adolfo Suárez y presidente de la Corporación pública), Carlos Robles Piquer (yerno de Manuel Fraga), Fernando Castedo o Pilar Miró (que había colaborado con Felipe González en la campaña electoral del PSOE), por poner algunos ejemplos.

-Existen dos tipos de gestores en RTVE: los desinhibidos y los que al menos prometen cambiar las cosas.

Todos los gobiernos se sienten atacados y utilizan los medios públicos, unas veces sin problemas de conciencia y otros ‘mientras dure la guerra’ (para pasar a quejarse de la manipulación ajena cuando vuelvan a la oposición).

Han existido tres etapas en las que en RTVE se ha dicho que se quería salir de la inercia progubernamental. Son las que han liderado Fernando Castedo (última etapa de Gobierno de UCD), Luis Fernández (Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero) y José Manuel Pérez Tornero (Ejecutivo de Pedro Sánchez).

En estos 3 periodos se han intentado tejer ciertos consensos. Las etapas de Castedo y Pérez Tornero se parecen mucho, porque los dos acabaron acusados por ‘los suyos’ de beneficiar al adversario del Gobierno y ejercer como tontos útiles.

En caso de Castedo, que colocó a Iñaki Gabilondo al frente de informativos, las acusaciones pudieron ser proféticas porque acabó afiliándose al PSOE.

-El PP nunca ha intentando tender puentes hacia la oposición en RTVE.

El Partido Popular creo que no tiene un modelo definido en las televisiones públicas. El PSOE de Rodríguez Zapatero parecía que lo tenía, aunque desde las filas del PP les puedan acusar de hacer teatro o de hipocresía.

TVE siempre ha sido visto como un botín de guerra, pero Zapatero quería acabar con eso gracias a la ley de 2006 que mató Mariano Rajoy y ha acabado enterrando Pedro Sánchez. Aquella medida legislativa obligaba a que el presidente de RTVE fuese elegido por consenso al necesitar una mayoría reforzada de 2/3 del Congreso. Además, el periodo de gobernanza se amplió a 6 años para evitar que coincidiera con el de las legislaturas políticas, lo cual facilita a que después de cada elección haya revolución en RTVE.

Rajoy lo esquivó con un decreto-ley y Sánchez hizo lo propio en 2018 al otorgar todos los poderes a Rosa María Mateo. Pero en 2021 el PSOE resucitó las promesas democratizantes del presidente del Gobierno y apostó por un modelo de consenso que, además, iba a verse reforzado porque los miembros del Consejo de Administración se elegían mediante un concurso. Aquel concurso chapucero naufragó tras iniciarse y los partidos políticos acabaron escogiendo a dedo a sus favoritos de entre los supervivientes del proceso.

Desde 2006, ningún presidente ha aguantado 6 años al frente de RTVE: Luis Fernández estuvo menos de 2 años, Alberto Oliart acabó dimitiendo, el PP colocó a dedos a los suyos (Leopoldo González-Echenique y José Antonio Sánchez) y Pérez Tornero también acabó tarifando tras ser forzado por La Moncloa.

-La etapa de Zapatero estuvo marcada por la pluralidad, la calidad y la mejora de audiencias. Pero también por el amiguismo hacia las productoras que ponían en marcha La Sexta, por la miopía de eliminar la publicidad de RTVE para contentar a Telecinco y Antena 3 tras el nacimiento de Cuatro y La Sexta, y también por algunos escándalos de Luis Fernández, que censuró la entrevista de Jesús Quintero a José María García (para alegría de Florentino Pérez), canceló el ‘El Rondo’ tras las presiones de Antonio García Ferreras, y acabó marchándose de RTVE para trabajar como directivo del Real Madrid en China.

Luis Fernández tenía algunas ideas interesantes como era la ‘Ciudad RTVE’, que pretendía reagrupar todos los centros de trabajo de la Corporación pública en Madrid. Los gastos que iban a originar crear aquella sede pública acabaron siendo incompatibles con la eliminación de la publicidad. A la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega le calentaron el oído con la idea de eliminar la publicidad tanto Alejandro Echevarría, entonces presidente de Telecinco y la patronal UTECA, como Mauricio Casals, directivo de Planeta.

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‘El libro negro de TVE: de Balbín a Broncano’.

A decir verdad la ley de 2006 contemplaba una paulatina reducción publicitaria, pero la crisis de 2008 acabó llevando al Gobierno a eliminarla de forma definitiva en 2010. Lo celebraron Telecinco y Antena 3. Y también Cuatro y La Sexta, que pensaban que iban a sobrevivir antes de ser digeridas por Telecinco y Antena 3.

-La Sexta fue una ruina desde sus inicios, pero Cuatro casi había alcanzado el punto de equilibrio y podría haber sido un modelo muy rentable en solitario.

Sí, pero no se puede desligar Cuatro de los problemas económicos que apremiaban al Grupo Prisa. Juan Luis Cebrián creo que pretendía quedarse Cuatro y vender Digital+, pero Telefónica no acudió a una ampliación de capital que era clave para que la operación se llevase a buen puerto.

-En las televisiones públicas abundan dos pecados: amiguismo y manipulación. Decía Pedro Sánchez en 2018 que manipular las cadenas públicas era un acto de «corrupción». Y lo cierto es que, aunque el amiguismo cada vez es más asfixiante, los ‘Telediarios’ han mantenido una cierta higiene informativa. Quizá porque como dice el exconsejero José Manuel Martín Medem, ahora el botín está en el entretenimiento. Imagino porque se puede contratar a productoras privadas amigas y llevar algunas ideas a los ‘no convencidos’ que ven espacios supuestamente ligeros y apolíticos.

Torrespaña es un centro de trabajo difícil de entender. En este edificio existe una sensibilidad propia alejada de cualquier doctrina gubernamental. Además, esta línea está cobrando vida en los últimos años. La mayoría de trabajadores, aun siendo progresistas, se considera independiente ante cualquier interés político. Y el sector minoritario de la redacción (la considerada conservadora) dice de ellos que son «sectarios».

Este grupo autónomo tuvo especial protagonismo con Fran Llorente al frente de los informativos. Llorente hizo cosas valientes en TVE que ni se habían hecho antes ni se han vuelto a hacer. Es cierto que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se lo permitía, incluso para enfado de algunos sectores el PSOE.

-¿Cómo funciona este grupo de trabajadores de Torrespaña?

Es un colectivo heterogéneo de alrededor de 400 trabajadores de Torrespaña que choca con el medio centenar de trabajadores que podrían ser considerados del sector conservador. En las votaciones consultivas que se realizan para votar al los jefes de informativos, este sector mayoritario votó en contra de los jefes de informativos propuestos por el Gobierno de Mariano Rajoy: Julio Somoano, que era de una línea que promovía cierto entendimiento entre los 2 grupos, y su sustituto José Antonio Álvarez-Gundín, que no disimulaba sus filias hacia el Gobierno.

El sector mayoritario controla los ‘Consejos de Informativos’, que se atrevieron a sancionar al exdirector de informativos Josep Vilar por añadir un previo a un reportaje sobre la covid de Jenaro Castro, aunque este periodista sea uno de los cabecillas del sector minoritario.

El ente progresista no se ha casado con nadie: se plantaron ante la intención de Podemos se convertir a Andrés Gil en presidente de RTVE, chocaron contra el fichaje de Jesús Cintora (que aunque era progresista no era de la casa), no aplaudieron con entusiasmo el nombramiento de jefa como jefa de los ‘Telediarios’ a Almudena Ariza (que acabó renunciando al cargo), y sí que bendijeron que Mateo nombrase como jefa de informativos a Begoña Alegría, que era de los suyos pero acabó dimitiendo cuando La Moncloa, harta de tanta autonomía de los ‘Telediarios’, le nombró como supervisor a una persona dócil con el Gobierno como Enric Hernández.

El odio entre el sector mayoritario y el crítico en Torrespaña llevó a algunos trabajadores a increpar en el tanatorio a Jenaro Castro tras la muerte de Alicia Gómez Montano. Entre las personas que le recriminaron su presencia se encontraba la nueva jefa de informativos, Maribel Sánchez-Maroto, que sí pertenece al grupo mayoritario.

-Begoña Alegría recuperó el liderazgo para los ‘Telediarios’, pero el fenómeno de ‘Pasapalabra’ evidenció que el rey de los informativos en España no es Pedro Piqueras ni Vicente Vallés, sino el ‘Rosco’.

La camarilla que asesoraba a Rosa María Mateo compuesta por Fran Llorente, Elena Sánchez o María Escario aconsejó que RTVE comprase ‘Pasapalabra’. Pero el formato acabó en manos de Antena 3.

-José Pablo López ha dirigido la tele favorita del PP de Mariano Rajoy (Trece), del Ciudadanos de Albert Rivera (Telemadrid) y del PSOE de Pedro Sánchez (RTVE). Hay que reconocerle mucha habilidad política, se le deben afearle algunas sombras a la hora de contratar a productoras (José Manuel Pérez Tornero denunció que llegó a saltarse protocolos de compras de RTVE) y también ha levantado los datos de La 1, con ayuda de algunos aciertos, buenos presupuestos y la histórica crisis de Telecinco.

Sus padrinos televisivos son José Miguel Contreras, modelo de de la Globomedia clásica, y Óscar Cornejo, padre de ‘Aquí hay tomate’. De esas 2 almas se nutre la nueva TVE.

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El Pirulí. Foto: Europa Press.

-José María Aznar no hizo prácticamente nada bueno por TVE, aunque bajo su mandato llegaron éxitos como el neoliberal ‘Operación Triunfo’ y la serie ‘Cuéntame cómo pasó’.

‘OT’ tuvo mucho que ver con el que era director entonces, Álvaro de la Riva. Este directivo era de la escuela de Ramón Colom o la que ahora representa José Pablo López: la que busca la mejora de audiencias para pelear con las privadas. Hay que recordar que De la Riva acabó trabajando en Endemol (que produjo ‘Operación Triunfo’). Las privadas siempre se ponen nerviosas por este modelo y acusan a TVE de disparar con pólvora del rey.

-El éxito de David Broncano le ha amortiguado muchos golpes a José Pablo López.

Sí, porque le dio mucha legitimidad ante La Moncloa para frenar a las privadas.


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