En los últimos meses, se ha detectado un preocupante aumento en el uso de apps de VPN fraudulentas que están diseñadas para robar los datos personales de los usuarios y acceder a sus cuentas bancarias. Este fenómeno ha puesto en alerta a expertos en ciberseguridad y a millones de usuarios en todo el mundo.
Un informe reciente de la empresa de seguridad Kaspersky ha revelado que seis aplicaciones de VPN, aparentemente legítimas, están siendo utilizadas como herramientas para el espionaje y el robo de información sensible. El engaño es tan sofisticado que muchas víctimas no se dan cuenta del robo hasta que es demasiado tarde.
1APPS DONDE EL VPN ES UN FRAUDE

Las Redes Privadas Virtuales (VPN, por sus siglas en inglés) se han popularizado como una herramienta esencial para proteger la privacidad en línea. Su función principal es cifrar la conexión a internet y ocultar la dirección IP del usuario, permitiendo una navegación segura y anónima. Sin embargo, no todas las VPN cumplen con esta promesa.
Según el informe de Kaspersky, seis aplicaciones de VPN han sido identificadas como fraudulentas: MaskVPN, DewVPN, PaladinVPN, ProxyGate, ShieldVPN y ShineVPN. Estas apps, disponibles en tiendas oficiales como Google Play Store, se hacen pasar por servicios legítimos, pero en realidad están diseñadas para interceptar y robar información confidencial.
El modus operandi de estas apps es alarmantemente simple: una vez instaladas, interceptan todo el tráfico de internet del dispositivo, incluyendo contraseñas, datos bancarios y correos electrónicos. Esta información es enviada a servidores controlados por ciberdelincuentes, quienes la utilizan para cometer fraudes y robo de identidad.
Lo más preocupante es que muchas de estas aplicaciones cuentan con reseñas positivas y una apariencia profesional, lo que dificulta que los usuarios las identifiquen como fraudulentas. Esto subraya la importancia de ser extremadamente cautelosos al descargar cualquier aplicación, incluso si proviene de una fuente aparentemente confiable.
Además, estas aplicaciones suelen ofrecer versiones gratuitas o con descuentos atractivos, lo que las hace más tentadoras para los usuarios. Sin embargo, como dice el refrán, «lo barato sale caro», y en este caso, el coste puede ser la pérdida de tus ahorros o la exposición de tu vida privada.
Otra cuestión preocupante es que estas aplicaciones fraudulentas suelen actualizarse con frecuencia para evadir los sistemas de detección de las tiendas oficiales. Hay que tener en cuenta que -incluso si una aplicación parece segura en un principio- puede volverse maliciosa después de una actualización.